15:15 | Lima, jun. 17 (ANDINA).
La marihuana es la droga ilegal más consumida en el Perú y se estima que existen 109 mil 269 personas que son dependientes de este alucinógeno, seguido de la pasta básica de cocaína y la cocaína con 61 mil 344 adictos en conjunto, revela un estudio de Cedro.
La investigación, denominada “Epidemiología de drogas en la población urbana peruana", fue realizada a fines de 2007 bajo la modalidad de encuesta en diez ciudades de la costa, sierra y selva del país, en un total de tres mil 280 viviendas y en un universo de nueve mil 840 personas con edades que fluctúan entre los 12 y 64 años.
Según el documento, la marihuana registró una prevalencia de vida del 8.1 por ciento, es decir que un millón 214 mil 103 personas admitieron haberla probado alguna vez en sus vidas; en tanto que 333 mil 297 (0.1 por ciento) aceptaron que alguna vez consumieron pasta básica de cocaína, y 260 mil 921 señalaron que alguna vez probaron la cocaína.
El investigador Alfonso Zavaleta Martínez-Vargas, quien presentó el informe, señaló que si bien la edad promedio del consumo de marihuana es a los 22.6 años, eso no significa que no haya personas que comenzaron el consumo desde los 11 o 12 años de edad.
Respecto a la edad de ofrecimiento de esta droga, Zavaleta indicó que mayormente son los hombres (41.5 por ciento) entre los 19 y 24 años quienes se muestran más tentados a probarla; y de ese universo, tres de cada diez se "enganchan" y la consumen.
Desterrar mitos
Por su parte, Milton Rojas, consultor de Cedro, dijo que ya es momento de desterrar los mitos tejidos en torno a la supuesta inocuidad de este alucinógeno y aseguró que la marihuana sí genera dependencia y causa mucho daño.
Afirmó que la marihuana que se fuma hoy no es la misma que consumían los hippies en la década de 1960, pues el nivel de toxicidad es mucho mayor actualmente debido a que sus principios activos también son mayores, porque se cultiva con semillas trabajadas genéticamente.
Afirmó que quienes abogaban por la legalización de este tipo de droga se están quedando sin argumentos, pues existen informes científicos que demuestran que un consumidor crónico de este narcótico tiene, por ejemplo, capacidad de concentración y memoria mucho menor en comparación con quienes no la consumen.
PBC y cocaína
En cuanto a las drogas cocaínicas como la pasta básica de cocaína y el clorhidrato de cocaína, el estudio de Cedro demuestra que sus niveles de consumo se mantienen similares a los de 2007.
La prevalencia de vida para la PBC es de 2.2 por ciento, lo que significa que de cada seis personas a las que se les ofreció este tipo de droga, una la aceptó.
Aunque estudios anteriores revelaban una diferencia en los patrones de consumo, debido a que la PBC es más barata y se usaba en los estratos económicos más bajos, con la cocaína sucede lo contrario, pues ahora –señala el informe– esa diferencia ha desaparecido y los niveles de consumo son cada vez más parecidos.
Respecto a las llamadas "drogas sociales", la investigación de Cedro muestra que el 71.9 por ciento admitió haber consumido alcohol el último año y el 39.5 por ciento reveló que había consumido tabaco.
Zavaleta dijo que lo que se observa actualmente es que el patrón de consumo del tabaco está variando, y que la brecha que existía entre hombres y mujeres fumadoras se acorta considerablemente. "En Ica, por ejemplo, se sabe que las mujeres consumen más tabaco que los hombres."
(FIN) ART/LZD
GRM
Publicado: 17/6/2008