Los pobladores de la localidad de Aguas Verdes, ubicada en el distrito de Pardo Miguel, provincia de Rioja, región San Martín, vivieron horas de angustia y desesperación luego que una quebrada se desbordara violentamente a causa de las lluvias intensas que, por más de tres horas, cayeron de manera continua sobre la zona.
El caudal de la Quebrada Seca aumentó de manera repentina a causa de la lluvia torrencial, desbordándose sin dar tiempo a que las familias se pusieran a salvo con sus pertenencias. Muchos habitantes relataron que apenas pudieron rescatar lo indispensable —documentos, ropa y algunos enseres— mientras la corriente arrasaba todo a su paso con una fuerza incontrolable.
Viviendas completamente inundadas y daños severos
Las consecuencias del desborde son dramáticas. Varias viviendas quedaron totalmente inundadas, con el agua alcanzando niveles que sobrepasaron un metro de altura en algunos sectores. Muchas de estas estructuras presentan daños graves en paredes, techos y cimientos, lo que obligó a numerosas familias a abandonar sus hogares en medio del temor y la incertidumbre de no saber cuándo podrán regresar ni en qué condiciones encontrarán lo que quedó de sus propiedades.

A esta dura situación se suma la pérdida de animales de corral, así como de cultivos agrícolas —principal sustento económico de la zona—, un golpe devastador para los agricultores que ahora se ven sin recursos y con escasas alternativas para recuperarse en el corto plazo.
Vías bloqueadas y comunidades aisladas
El panorama en las vías de acceso no es menos crítico. El desborde provocó un huaico que arrastró palizadas, enormes piedras y toneladas de lodo, bloqueando un tramo de la carretera Fernando Belaúnde Terry, una ruta vital para la comunicación y el abastecimiento de la zona. El tránsito quedó paralizado por varias horas, incrementando la angustia entre los vecinos, quienes temen quedarse aislados en caso de que las lluvias continúen con la misma intensidad.
La concesionaria de este tramo de la vía, IIRSA Norte, confirmó que la activación de la quebrada bloqueó la carretera Fernando Belaunde a la altura del kilómetro 400, en la localidad de Aguas Verdes. Luego de varias horas de trabajo de limpieza se habilitó el pase restringido.
Equipos de serenazgo y algunos pobladores intentan despejar partes del camino, pero la magnitud del derrumbe hace indispensable la presencia de maquinaria pesada y personal especializado.
Riesgo latente y tensión constante
A pesar del peligro, algunos vecinos se arriesgan a recorrer la zona buscando rescatar pertenencias que el agua no logró llevarse. Otros permanecen vigilantes ante la posibilidad de nuevos derrumbes, ya que las lluvias persisten y el riesgo de permanecer cerca de los cauces es elevado.
Las autoridades locales han recomendado evacuar las áreas de mayor riesgo; sin embargo, muchas familias no tienen a dónde ir o temen perder lo poco que aún conservan.
Población demanda intervención inmediata
Ante la gravedad de la situación, los afectados hicieron un llamado urgente a las autoridades locales, regionales y a Defensa Civil, solicitando el envío de maquinaria pesada, brigadas de rescate y ayuda humanitaria. Aseguran que cada minuto sin atención agrava la crisis y pone en peligro la vida de quienes lo han perdido casi todo.
Los moradores esperan que la respuesta sea rápida y efectiva, pues temen que, de continuar las lluvias, la emergencia se convierta en una tragedia aún mayor. La prioridad ahora, señalan, es brindar refugio temporal, recuperar las vías bloqueadas y evaluar las zonas de mayor riesgo para evitar nuevos desastres.