Lima ha cambiado. Hoy muestra la imagen de una urbe moderna, con una clara expansión hacia arriba, con edificios altos que ya no solo forman parte del ámbito urbanístico de distritos altamente comerciales o residenciales, sino que también forman parte de otros colindantes.
“Este dinamismo es muy bueno, porque no solamente vemos edificios en zonas residenciales como San Isidro, por ejemplo, sino que también otros distritos se están acoplando a esta nueva infraestructura en el país”, afirmó la subgerente comercial de Senda Inmobiliaria, Jackeline Palomino.
La ejecutiva sostuvo que, a diferencia de lo que se pueda pensar, la población limeña prefiere los departamentos o unidades habitacionales ubicadas en los pisos más elevados de un edificio. “Por lo general, los siete últimos pisos son los que se venden mucho más rápido e inclusive son los que tienen un mayor precio”, comentó en el programa Económika de Andina Canal Online.
Agregó que son los jóvenes los que mayormente optan por ese tipo de viviendas, a diferencia de las familias tradicionales que buscan departamentos en los pisos más bajos.
Al referirse a las dimensiones de los departamentos de estos nuevos edificios, Palomino sostuvo que van desde los 32 a los 72 metros cuadrados.
“Los más vendidos en una etapa de preventa son los departamentos más pequeños. Estos cuentan por lo general con un máximo de dos dormitorios. Los departamentos de 72 metros cuentan con tres dormitorios”, detalló
Pandemia
Al referirse a los efectos causados por la expansión del covid-19, la subgerente comercial de Senda Inmobiliaria comentó que durante los primeros meses de la cuarentena impuesta las ventas del sector se vieron afectadas.
“No obstante, luego se comenzó a observar un interesante dinamismo del mercado. Además, hubo una importante ayuda por parte del Estado, como mayores facilidades crediticias mediante el programa Mivivienda, la ampliación del bono del Buen Pagador, así como del rango en los precios de las viviendas; y una significativa disminución de las tasas de interés que, en promedio, pasaron de 10% a 7%, lo que motivó una gran rotación de clientes”, aseveró Palomino.
Además, la ejecutiva precisó que algunos de estos departamentos son utilizados para el coworking, una forma de trabajo que permite a profesionales independientes, emprendedores y pequeñas y medianas empresas (pyme) de diferentes sectores compartir un mismo espacio de trabajo.
Distritos
Uno de los distritos que muestra un singular crecimiento de sus edificaciones verticales es La Victoria, específicamente en la urbanización Santa Catalina. “Hasta hace cuatro años no había una idea clara de invertir en esta zona, pero su cercanía a distritos residenciales y comerciales como San Isidro, hizo atractiva la inversión en esta zona”, refirió Palomino.
No obstante, comentó que en zonas como Lima Norte y Lima Sur la construcción de estos edificios todavía tomará cierto tiempo. “Será una tendencia a largo plazo. Actualmente es complicado construir allí porque la factibilidad de servicios no es la misma que en otros distritos”, aseveró.
Detalló que estas edificaciones, además de demandar millones de soles en infraestructura de obra, requieren de la implementación de servicios básicos y zonificación adecuada para su levantamiento.
“Por ello, es importante que las autoridades locales fomenten este tipo de inversiones en sus jurisdicciones, brindando las facilidades que los inversionistas y compradores requieren para que puedan optar por adquirir una vivienda en esos distritos”, puntualizó.
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(FIN) VLA