Los reflectores y el escenario abarrotado de público que acompañaron siempre a Hernán Condori, más conocido como Cachuca, cambiaron repentinamente por una fría sala de hospital el año pasado. Los únicos fans que tenía a su alrededor eran enfermeras y médicos que hacían lo imposible por salvarlo. El gran líder de Los Mojarras, e ícono del rock peruano de los años 90, pasó los momentos más duros de su vida al contagiarse del covid-19 en dos oportunidades. La última vez estuvo a punto de morir y esta es su historia.
Quizás su canción “Catalepsia” del año 94 cuya letra dice: “Yo que había vivido sin pensar en la muerte, que hacía de todo como si fuera inmortal” vaticinaba lo que 27 años después viviría el líder de los Mojarras por causa de la pandemia.
La desinformación y las miles de noticias falsas que circulan acerca del covid-19 provocaron la incredulidad en el artista sobre la gravedad de la enfermedad quien, en algún momento, pensó que era una simple gripe y que la población y los diversos organismos internacionales exageraban al adoptar las medidas de bioseguridad a fin de evitar más contagios y muertes a causa del coronavirus.
“Pensé que era una broma, que era una gripe y que había demasiado escandalo mundial. He pensado tantas tonterías, pero dos veces me ha revolcado el covid. La primera fue suave y creí que lo había superado, pero me descuidé y la segunda vez estuve dormido dos meses y medio. No sé qué hago aquí. Yo supongo que el “bravo” tiene algo para que yo haga. Ojalá este a la altura. Realmente fue muy duro, hasta asqueroso diría yo. La espalda se te llena de carachas (silencio). No se cómo estoy sano, cantando con mi grupo después de haber pasado esta locura”, relató a la Agencia Andina.
Tiempos difíciles
El corazón de Cachuca se le estruja al recordar los duros momentos por los que atravesó en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Nacional Hipólito Unanue y su voz se entristece al mencionar a la gente que vio morir a su alrededor, sobre todo tantas personas jóvenes y de diferentes condiciones sociales que sufrían lo mismo que él.
Cachuca se sentía inmortal e inmune frente al coronavirus, pero la segunda vez que enfermó de covid-19 terminó hospitalizado. El virus aplasto su ego y la muerte prácticamente le cantó al oído, como en los mejores conciertos de Los Mojarras.
“Nunca pensé que esto (covid-19) aplastaría cualquier ego alto que yo tuviera. La muerte te va a llegar, y no sabes cómo te hará sufrir, tanto que no puedas hablar ni moverte, que no puedas ir al baño, que te deben tener amarrado para que no te saques las agujas; estés lleno de heridas, con hambre y no poder decir nada. Estar 24 horas pegado a una cama, mes tras mes, día y noche”.
Cachuca evoca los días difíciles que afrontó en UCI, con pronóstico reservado. Al ser un paciente con enfermedades preexistentes de asma y diabetes el virus minó todo su cuerpo rápidamente. Antes de ingresar al hospital, la despedida con su hija fue muy dolorosa, pero con la firme promesa de que saldría victorioso de esta nueva prueba.
“En cuanto a la hospitalización, todo fue muy rápido. Quizás fue la humilde fama que el pueblo me ha dado o no sé qué, pero al día siguiente me dieron una cama y me despedí de mi hija, diciéndole: ‘no me voy a ir, voy a regresar’. Eso fue lo único que recuerdo. De allí estuve dormido dos meses y medio. En cama estuve 3 a 4 meses y la rehabilitación fueron otros 3 meses más”.
Cuando la muerte golpea
El intérprete de la emblemática canción “Triciclo Perú” estuvo conectado casi 90 días a un ventilador mecánico con el que se aferraba a la vida. Este virus inclemente le arrebató a su madre, padrastro, hermano y sietes amigos cercanos, pero él no estaba dispuesto a ser una cifra más de la estadística de defunciones por covid-19. Dio la batalla contra el covid-19 y venció.
Hernán Condori contó que jamás olvidará los rostros de las personas hospitalizadas que le decían “Cachuca, ayúdame”, pero que lamentablemente no podía hacer nada por ellos porque se encontraba también en las mismas condiciones de salud.
La voz se le quiebra y los ojos se le humedecen al narrar que vio morir a un muchacho de 24 años, a hombres y mujeres maduros que el día anterior estaban con vida y al día siguiente tenían el rostro cubierto con sábanas blancas.
El ver tantas muertes a su alrededor, el líder de Los Mojarras se resistía a conciliar el sueño porque no sabía si él lograría pasar de esa noche. “Yo no quería dormir. No sabía si iba a despertar…por Dios, tenía tanto miedo dormir…”.
Volver a nacer
Una de las mejores noticias que tuvo en su vida fue cuando le dieron de alta en el hospital. Con una gran sonrisa de niño dice haber vencido a la muerte más veces que Lázaro. Cachuca se siente una persona premiada por esta nueva oportunidad y agradece a tantas personas que oraron por él.
“No hay otra cosa más hermosa que volver con los que amas. Hay que pasar por todo esto para darle importancia a la vida. Ahora, y el Señor es mi testigo, disfruto del agua simple cuando la bebo. Aprecio más al ser humano; aplaudo el aire, el sol, la luna. Siento que la vida es maravillosa. No sabes cuánto valoro hoy todo”, expresó el cantautor con un especial brillo en los ojos.
Vacunación
Tras pasar por todo el proceso de recuperación y rehabilitación, Cachuca ya ha recibido sus dos dosis de la vacuna contra la covid-19 y está a punto de colocarse la dosis de refuerzo, para estar mejor protegido ante el coronavirus, sobre todo ahora tras confirmarse la presencia de la variante ómicron en nuestro territorio.
El rockero enfatiza en que las vacunas son buenas para protegernos del virus que se ha llevado a millones de personas en el mundo y comenta que desde que recibió la suya se siente más seguro y con una mayor esperanza para el año 2022, en que las cosas mejoren para todos.
La pasión por la música no se pierde ni en los trances más complejos y eso lo sabe Cachuca. Mientras se encontraba en la cama del hospital, se dio tiempo para componer una nueva canción “Tiempos extraños” donde hace una reflexión sencilla, pero profunda sobre la pandemia por el covid-19.
“La compuse cuando estaba en la cama del hospital. Lloraba porque no podía presionar ni tocar las cuerdas de la guitarra, pero cuando logré sacar la primera nota me emocioné. La canción dice: tiempos extraños/la ciudad está vacía/las ambulancias corriendo/la muerte caminando en las calles/tiempos extraños”, ensaya el líder de Los Mojarras, preparándose para brillar como en sus mejores épocas.