Andina

La falta de empatía hace que niños y adultos hagan bullying con otros

Afirman especialistas en neurociencia

ANDINA/Difusión

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15:28 | Lima, jun. 17.

El bullying se asocia, entre otros factores, a niveles descendidos de diferentes tipos de empatía, es decir, la capacidad de una persona de entender y responder a la experiencia emocional de un tercero, algo que debe enseñarse en los primeros años de vida, informaron hoy expertos en el tema.

Fue durante una reunión previa al Tercer Congreso Mundial de Neuroeducación, que se realizará en Lima y cuya organización está a cargo de Cerebrum (Centro Iberoamericano de Neurociencias, Educación y Desarrollo Humano) y la Asociación Educativa para el Desarrollo Humano.

Ezequiel Gleichgerrcht, investigador en neurociencia cognitiva, señaló en diálogo con la agencia Andina que la empatía es un concepto tan complejo que se divide en varias categorias, entre ellas la motora, la emocional y la cognitiva.

"La motora es automática y allí entran en funcionamiento las neuronas espejo, que se basa en reflejar físicamente los cambios corporales relacionados a la emoción de otra persona y en la que no hay realmente una emoción. Esta se da desde que nacemos, por ejemplo, al ver en que un salón lleno de bebés, todos empiezan a llorar apenas uno lo haga".

Pero también existe la empatía emocional, la cual se presenta en niveles bastante bajos en los niños que practican el bullying hacia sus compañeros, según diversos estudios hechos al respecto.

"Esta empatía responde a una red de dolor que nos permite sentir el dolor si nos golpean y que también se activa cuando vemos el dolor ajeno. El problema de los niños que abusan de los demás es que no experimentan el sufrimiento del otro, hacen daño porque no registran en su cerebro el dolor que causan a un tercero".


El tercer tipo de empatía, cognitiva, permite a las personas inferir los pensamiento y sentimientos de los demás, y es también un factor clave para entender las dinámicas de la escuela.

Agregó que estas conductas de acoso son consideradas psicopáticas, pero aclaró que "demostrar conductas de este tipo no hace que los niños sean propiamente psicópatas".

"Siempre pongo como ejemplo el hecho de que tener actitudes obsesivas no nos vuelve obsesivos compulsivos. No confundamos al público haciendo creer que estos niños son psicópatas porque, de esta forma, solo estaríamos estigmatizando a un individuo que puede ser también víctima de violencia familiar o social".

Entrenar a los niños

Por otro lado, Gleichgerrcht manifestó que es necesario entrenar a los niños en habilidades afectivas y sociales para prevenir el poco desarrollo de la empatía, no solo en ellos sino en adolescentes.

Sugirió, por ejemplo, practicar en la clase los denominados "juego de roles", para que los alumnos puedan ponerse en situaciones diferentes a las habituales e interpretar sentimientos y respuestas a la que son ajenos normalmente.

Añadió que en este último esquema pueden aplicarse actividades de ayuda comunitaria, luego de lo cual "deben realizarse espacios de debate para que puedan interpretar los sentimientos y sensaciones de las personas a las que ayudan, motivando la empatía de una manera más vivencial".

Otra recomendación es motivar la lectura en los jóvenes, lo que les permitirá entender y ponerse en lugar de personajes de ficción. "Este es un paso importante para que después puedan replicarlo con las personas que tienen alrededor".

El tercer congreso mundial de neuroeducación, en el que Gleichgerrcht participará, tendrá lugar en Lima del 24 al 26 de julio. Su objetivo es sensibilizar a los educadores la importancia de la mente y el cerebro en la educación.

(FIN) LSC/RRC

Publicado: 17/6/2014