Por ejemplo, con el uso de supercapacitores se podrá almacenar energía y disponer de ella muy rápidamente para el cargado de vehículos eléctricos menores como los mototaxis (vehículos empleados como medio de transporte tanto en ámbitos rurales como urbanos), los cuales en la actualidad generan gases de efecto invernadero que comprometen y afectan nuestro medio ambiente.
Esta investigación, emplea materiales económicos y estratégicos, ya que proporcionan aumentos en la capacidad de almacenamiento de carga.
Adicionalmente, el uso de desechos para la generación de materiales carbonosos permite obtener supercapacitores de bajo costo y con menor impacto ambiental.
“Para esta tecnología estamos empleando desechos como: la coronta del maíz morado, cáscaras de naranja, cáscara de pistacho, polos de algodón en desuso, corona de piña, entre otros, que son aprovechados mediante tratamiento térmico para generar carbón como material base o “estrella” que permita almacenar mucha carga, por ello venimos explorando diversos materiales”, manifestó la doctora Angélica María Baena Moncada, Coordinadora técnica del proyecto.
“En un futuro, con los supercapacitores que venimos trabajando, un celular podría ser cargado en segundos, por ello es importante este sistema, ya que busca facilitar la vida de las personas y elevar la calidad de vida de aquellos que viven en zonas alejadas”, enfatizó.
Para la ejecución de esta iniciativa, ganadora de la convocatoria “Incorporación de Investigadores”, la UNI recibió financiamiento en convenio con el Banco Mundial, a través de PROCIENCIA.
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