A su corta edad, la pequeña Kiara, de apenas un año, ha sido sometida a cinco cirugías de alta complejidad. ¿La razón? Nació con una atresia del intestino delgado –intestino no desarrollado– que la puso en peligro desde su primer minuto de vida.
Esta situación crítica la trajo a Lima desde su ciudad natal, Pucallpa, en la región Ucayali. Y gracias a la amplia experiencia del equipo de especialistas del servicio de Cirugía General del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) de Breña, ahora la pequeña puede sonreír y jugar junto a su joven madre.
“Kiara pertenece al grupo de niños que se considera con intestino corto o ultra corto y que requieren varios procedimientos para mantener la vida”, detalló el cirujano pediatra Fernando Durand. Internada a los seis días de nacida, la pequeña tenía todas las de perder, pero ganó su batalla por la vida.
Primer cumpleaños
Esta buena noticia motivó al personal médico, a las enfermeras y técnicas del servicio de Cirugía General a celebrar el primer año de vida de Kiara. Vestida de fiesta, y entre aplausos, la pequeña guerrera festejó junto a su madre este gran logro a su corta edad.
En la actualidad, la bebé recibe alimentación especial por vía endovenosa (parenteral) y enteral por vía oral. Además, debe continuar internada debido a que requiere de fórmulas y cuidados especiales.
El tratamiento de la niña está a cargo de un equipo multidisciplinario donde no sólo intervienen cirujanos generales –liderados por el médico Mario Tabuchi, jefe del servicio–, sino también médicos neonatólogos, gastroenterólogos, personal de nutrición, cuidados de enfermería y técnicos asistenciales.
Alta complejidad
La atresia es una enfermedad propia de la edad neonatal con una incidencia de uno de cada 4,000 mil nacimientos explica el doctor Durand.
A pesar de no ser una patología frecuente, debido a su complejidad la mayoría de casos son referidos a Lima y al INSN, institución que cuenta con profesionales especializados en el tratamiento de esta enfermedad.
La madre de la pequeña, Roxana, forma parte del programa familiar acompañante del INSN, que le permite permanecer al lado de su hija las 24 horas del día de lunes a domingo, respetando siempre los protocolos de bioseguridad.
“Los médicos son muy buenos, las enfermeras y todos nos han tratado muy bien”, afirma la joven mamá, emocionada y agradecida por la celebración del primer año de vida de su pequeña.
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(FIN) NDP/CCH
Publicado: 1/2/2021