El Magistrado Fernando Jiménez, junto a un equipo de investigadores de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), crearon un innovador dispositivo de ventilación, que optimiza la calidad del aire, capturando moho, polvo, virus y alérgenos que puede causar enfermedades. Además, trabaja junto con un equipo de aire acondicionado, que climatiza todo el espacio con aire limpio de manera más sostenible y a menores costos.
Además, al trabajar junto a un sistema de aire acondicionado, permite ahorrar casi un tercio de energía eléctrica para obtener aire de óptima calidad.
El constante
incremento en temperaturas al que se vio sometida la ciudad de Lima en los últimos días, ha hecho más constante el uso de sistemas de aire acondicionado. El problema con esto es que, en espacios amplios con varias personas, el aire que recircula puede ser conductor de enfermedades, pero si se capta aire limpio de afuera, entonces el uso de energía de estos aparatos se incrementa considerablemente.
Con el fin, no solo de asegurar la salud de las personas, sino también de permitir a la población ahorrar un poco de dinero en estas circunstancias, ingenieros de la
Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) han creado un purificador de aire perfecto para estos ambientes grandes, pero cerrados.
Un elemento que ventilará, refrescará y reducirá el riesgo de contagio de enfermedades a través del aire. Al trabajar junto con un equipo de aire acondicionado, climatiza todo el espacio con aire limpio de la manera más sostenible y con menores costos, ya que no necesita que ingrese gran cantidad de aire exterior.
Para el Mag. Fernando Jiménez, profesor del Departamento de Ingeniería y líder del proyecto, esta no es la primera vez que trabaja en un proyecto innovador, pues durante la pandemia también encabezó un proyecto de
plantas generadoras de oxígeno medicinal que para febrero del 2021 tenía instaladas 25 unidades en 15 regiones el país.
Con respecto a este proyecto, el magistrado señala que una de las ventajas de este purificador es que permite ahorrar, en aproximado, un 30% de energía eléctrica que sus contrapartes utilizan para renovar el aire. Por otro lado, la segunda ventaja es que su costo comercial sería, más o menos, del 50% con respecto a los equipos importados con características parecidas.
En conjunto con el ingeniero biomédico Rodrigo Encabo, así como los ingenieros mecánicos Mag. Carlos Busquets, Gustavo del Castillo, Andre Rondón y Diego Saldaña, Jiménez trabajó en este dispositivo que está diseñado para ser implementado en aulas, oficinas y auditorios con capacidad de hasta 50 personas.
¿Cómo funciona?
Jiménez señala que la idea surgió durante la pandemia, cuando los estándares de calidad de aire fueron mucho más estrictos y el alto consumo de energía se hizo presente. “La pandemia nos hizo ver que podíamos tener ambientes que controlaban la temperatura pero no el nivel de contaminantes en el aire o recintos”, declaró Jiménez para la web
Punto Edu de la PUCP.
Este purificador permite reutilizar con seguridad el aire existente en un ambiente, en lugar de requerir una constante renovación. El desarrollo fue posible gracias al Vicerrectorado Administrativo de la PUCP y ahora se busca establecer alianzas con empresas privadas para la futura producción en serie y comercialización del invento.
En lo que respecta a su funcionamiento, el dispositivo cuenta con una lámpara de rayos ultravioleta y un sistema que incorpora filtros de calidad EPA, diseñados para capturar moho, polvo, virus y alérgenos. También incluye un succionador aislado para minimizar el ruido, llegando hasta los 45 decibeles, el equivalente a un dormitorio sin ruido.
El invento todavía se encuentra listo para la distribución, pero será una gran herramienta para garantizar la salud en espacios amplios y cerrados.
Más en Andina: (FIN) NDP/CJP
JRA
Publicado: 3/3/2024