El mensaje que dirige el presidente de la República al Congreso por Fiestas Patrias es el evento que mayor expectativa genera en la población cada 28 de julio, pues se espera que se hagan anuncios importantes sobre la marcha del país.
Fue un 28 de julio de 1987 cuando el presidente Alan García anunció al Congreso su proyecto para estatizar la banca, y también en esa fecha, más de 30 años después, en 2019, que Martín Vizcarra propuso adelantar elecciones, para elegir a un nuevo presidente y un nuevo Congreso, como salida al enfrentamiento que dominaba la relación de los dos poderes del Estado.
Según Fernando Ayllón Dulanto, en su trabajo “Mensajes Presidenciales y otros documentos para la historia del Perú”, “ese documento oficial del gobernante al Parlamento debe contener, en un difícil esfuerzo de síntesis, la indispensable información sobre la labor cumplida y los propósitos por alcanzar.
“Se traduce una intención clarísima en la Carta Magna de crear un nexo de trabajo entre quien, abrumado por tan insigne honor, personifica la nación y quienes, con la delicada responsabilidad de legislar, la representan”, indica.
El artículo 118 de la Constitución señala en su inciso 7 lo siguiente: “Dirigir mensajes al Congreso en cualquier época y obligatoriamente, en forma personal y por escrito, al instalarse la primera legislatura ordinaria anual. Los mensajes anuales contienen la exposición detallada de la situación de la República y las mejoras y reformas que el presidente juzgue necesarias y convenientes para su consideración por el Congreso. Los mensajes del presidente de la República, salvo el primero de ellos, son aprobados por el Consejo de Ministros”.
Pero esta tradición de la política peruana no nació con la independencia, proclamada por José de San Martín en 1821. Fue recién el 28 de julio de 1832, cuando el presidente Agustín Gamarra dio un discurso ante el Congreso con motivo del aniversario patrio, sembrando la semilla que perdura hasta ahora.
Recuérdese también que era costumbre que el presidente del Congreso respondiese al mensaje presidencial a modo de cortesía, hasta que la Ley 1100, del 4 de octubre de 1909, suprimió la contestación dando la sesión finalizada al acabar el discurso presidencial.
Otro dato histórico a tener presente es que solo en una ocasión este mensaje tuvo que darse fuera de Lima. Fue el 28 de julio de 1881 cuando Nicolás de Piérola, entonces presidente provisorio paralelo al gobierno cautivo de Francisco García-Calderón, por la Guerra del Pacífico, leyó el discurso ante la Asamblea Nacional reunida en Ayacucho, en la sierra del país.
Los discursos más extensos
El Congreso ha digitalizado los
mensajes presidenciales de los más de 60 mandatarios que han pasado por la Casa de Pizarro a lo largo de los 200 años de vida republicana, y una primera conclusión tras revisarlos es que hasta pasado la primera mitad del siglo pasado los discursos presidenciales sobrepasaban las 100 páginas de extensión. Para la segunda mitad y hasta este siglo, esos documentos se redujeron a no más de 50 páginas.
En esa línea, los documentos más extensos fueron los del presidente Manuel Prado Ugarteche, quien gobernó dos veces el Perú. Precisamente en su segundo gobierno (1956-1962), el 28 de julio de 1957, este mandatario dio el discurso más extenso del que se tiene constancia y que abarca 212 páginas.
Prado es el autor de los mensajes a la Nación más extensos de la historia. En sus dos gestiones (la primera fue de 1939 a 1945) sus discursos sobrepasaban las 130 páginas.
Además de los ya mencionados, los mensajes extensos no fueron una excepción en su primera gestión en Palacio de Gobierno: 138 páginas en 1940, 148 en 1941, 167 en 1942, 179 en 1943, 185 en 1944 y 172 en 1945.
El discurso de despedida de Prado Ugarteche de 1962, de 154 páginas, estaba listo, pero no se leyó ante el Congreso por el golpe de Estado del 18 de julio de ese año. Su mensaje más breve fue en 1956 (4 páginas), al asumir la presidencia por segunda vez.
Otro mandatario que pronunció un extenso discurso ante el Congreso fue José Luis Bustamante y Rivero en 1948 (164 páginas). Menos de dos meses después sería derrocado por el general Manuel Odría, que también dio un prolongado mensaje en 1953 (104 páginas), ya como presidente constitucional.
Con menos de 50 páginas
De los presidentes más contemporáneos, sería erróneo pensar que Alan García, con su característica elocuencia, haya sido el de los discursos más extensos. Quien tiene ese puesto es Alberto Fujimori, que en 1991 dio un prolongado discurso que se plasmó en 50 páginas.
El discurso de Fernando Belaunde de 1984 abarcó 45 páginas y luego recién aparece el fallecido líder aprista (43 páginas en 1986). En los gobiernos más recientes, Pedro Pablo Kuczynski fue quien brindó el mensaje a la Nación más corto al asumir la presidencia el 28 de julio de 2016 (7 páginas).
Su sucesor, Martín Vizcarra, en su primer discurso en 2018, de 27 páginas, habló durante poco más de una hora. Su segundo discurso, en 2019, fue muy parecido, pues alcanzó las 28 páginas, en tanto que el tercero -el último de su gestión y en plena pandemia de la covid-19- abarcó 29 páginas, pero duró una hora 53 minutos.
Este mensaje fue también singular, pues se hizo ante un hemiciclo casi vacío, con la presencia de menos de la tercera parte de legisladores, debido al distanciamiento social, y todos con mascarilla. Por cuestiones sanitarias y preventivas, buen número de parlamentarios tuvo que seguirlo virtualmente.
Hasta que llegamos al 28 de julio del 2021, con el presidente Pedro Castillo en el poder, desde apenas el año pasado. El actual mandatario estrenó su gobierno con un mensaje de 33 páginas, con una duración de hora 7 minutos.
(FIN) DOP/FGM
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Publicado: 28/7/2022