Médicos de EsSalud aplicaron un innovador tratamiento para recuperar la salud de un niño de 7 años que padecía de cáncer ocular, enfermedad por la que no solo estuvo a punto de perder uno de sus ojos, sino que también puso en riesgo su vida.
Yair tenía 2 años cuando su madre notó un brillo extraño en el ojo izquierdo del menor, por lo que lo llevó al hospital Guillermo Almenara, donde luego de minuciosos estudios le diagnosticaron retinoblastoma, un tumor maligno que aparece en la retina del ojo.
“De esta manera se evita la extirpación del ojo, se mantiene su anatomía y visión y además se preserva la vida del paciente. Este singular procedimiento es una esperanza de vida para los pacientes pediátricos que padecen este mal”, resaltó la doctora Doris Quiroz Cerna, médica del Departamento de Oftalmología del hospital Almenara.
La especialista forma parte del equipo multidisciplinario conformado por oftalmólogos, pediatras, radiólogos intervencionistas, oncólogos pediatras, neurocirujanos, patólogos y genetistas pioneros en aplicar este tipo de tratamiento.
Características
Por su parte, la doctora Jacqueline Vásquez, quien también integra el grupo de especialistas, refirió que el retinoblastoma aparece generalmente en los primeros cinco años de vida.
Anotó que este mal afecta a más de 5,000 niños cada año y representa el 4 % de las neoplasias infantiles en el mundo.
“Los padres deben estar atentos a los reflejos blancos o rojos en la pupila, estrabismo o desviación permanente que pueden presentar en los ojos. En el caso de Yahir, el retinoblastoma fue detectado a tiempo, por lo que ha tenido una mejor respuesta al tratamiento”, destacó.
A la fecha, el hospital Almenara aplicó el tratamiento de quimioterapia intraarterial de manera exitosa a 20 pacientes.
Retorna a casa
Yair ya está restablecido y volverá a casa para reencontrarse con su familia y retomar los juegos de mesa que tanto le gustan, aunque deberá esperar un poquito para volver a jugar fútbol con sus hermanos mayores.
Antes de abandonar el hospital, el pequeño paciente agradeció a los médicos y al personal que estuvo a cargo de su tratamiento y atención. Además, no desperdició la oportunidad para declamar hermosos poemas a su papá, por los tantos desvelos que pasó mientras se recuperaba de esta enfermedad.
“Mi papá es alto hasta la Luna. Es el más fuerte de todos y lo quiero mucho porque es un superpapá”, declamó el pequeño. Pero no solo habrá más días, sino que serán muchos años de felicidad para Yair y su familia, gracias a los médicos de EsSalud que salvaron su vida.