Embajada china se pronuncia sobre resolución 2758 de la Asamblea General de la ONU

ANDINA

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13:02 | Lima, oct. 9.

A continuación publicamos un artículo del embajador de China en Perú, Song Yang.


Resolución 2758 de la Asamblea General de la ONU: Taiwán forma parte inalienable del territorio chino


En el mundo solo existe una China, y Taiwán ha sido desde tiempos antiguos parte inalienable del territorio chino. La representación de China en las Naciones Unidas (ONU) siempre ha correspondido a la totalidad de China, incluida la región de Taiwán. 

La adopción de la Resolución 2758 de la Asamblea General de la ONU en 1971 es un evento trascendental en la historia diplomática de la República Popular China (RPC), la historia de la ONU y las relaciones internacionales posteriores a la Segunda Guerra Mundial. 

La legitimidad, validez y autoridad de esta resolución no admiten cuestionamientos. Taiwán nunca ha sido un país, no lo fue en el pasado, no lo es ahora, ni lo será en el futuro.



I. La historia de la Cuestión de Taiwán y la Resolución 2758 de la Asamblea General de la ONU

Existen registros históricos del período de los Tres Reinos y las dinastías Sui y Tang que prueban las actividades de chinos en Taiwán. Tras las dinastías Song y Yuan, los siguientes gobiernos centrales de China comenzaron a establecer órganos administrativos para ejercer jurisdicción sobre Taiwán. 

Tras la derrota en la Guerra Sino-japonesa de 1894-1895, iniciada por la agresión japonesa, el gobierno de la dinastía Qing se vio forzado a ceder Taiwán y las islas Penghu a Japón. En 1943, el gobierno de China junto con los gobiernos de Estados Unidos y el Reino Unido firmaron la Declaración de El Cairo que estipulaba que todos los territorios chinos ocupados por Japón, tales como Taiwán, serían reintegrados a China. 

Luego, los documentos jurídicos internacionales como la Declaración de Potsdam y el Instrumento de Rendición de Japón, reafirmaron la soberanía de China sobre Taiwán. En 1949, se fundó la República Popular China, la cual tomó lugar de la República de China para convertirse en un gobierno legítimo único que goza y ejerce la soberanía total de China que incluye a Taiwán. 

Sin embargo, debido a la intervención de ciertos países occidentales, el escaño legal de la RPC en la ONU fue ocupado ilegalmente por el grupo de Chiang Kai-shek durante mucho tiempo. 

Después de una larga y ardua lucha, durante el 26º período de sesiones de la Asamblea General de la ONU celebrado en 1971, Albania y otros 22 países presentaron un proyecto de resolución para restablecer el escaño legítimo de la RPC en la ONU, la cual fue aprobada por una abrumadora mayoría, convirtiéndose en la Resolución 2758 de la Asamblea General de la ONU.

II. La autoridad de la Resolución 2758 de la Asamblea General de la ONU es incuestionable

La Resolución 2758 de la Asamblea General de la ONU restituyó los derechos legítimos de la RPC en la ONU y decidió expulsar de inmediato a los representantes de Chiang Kai-shek de la ONU y de todos sus organismos. 

Esta resolución resolvió de manera definitiva la cuestión de la representación de toda China —incluido Taiwán— en la ONU, y eliminó por completo cualquier posibilidad de crear “dos Chinas” o “una China, un Taiwán”. 

Tras su aprobación, los documentos oficiales de la ONU se refieren a Taiwán como “Taiwán, provincia de China”. La ONU constituye el núcleo del orden internacional posterior a la Segunda Guerra Mundial. 

La restitución del escaño legítimo de la RPC en la ONU marcó el regreso al escenario internacional del pueblo chino, que representa una cuarta parte de la población mundial. 

Cualquier intento de cuestionar la Resolución 2758 no solo constituye una provocación contra la soberanía y la integridad territorial de China, sino también un desafío a la autoridad de la ONU y al orden internacional establecido tras la Segunda Guerra Mundial. Dichos intentos son actos absurdos y peligrosos que representan un flagrante retroceso histórico.

III. El principio de una sola China y la Resolución 2758 de la Asamblea General de la ONU

El principio de una sola China es la premisa y la base política de la Resolución 2758 de la Asamblea General de la ONU. Dicha resolución confirmó de manera solemne y reflejó plenamente este principio, impulsando visiblemente su consolidación como norma básica de las relaciones internacionales y como consenso ampliamente aceptado por la comunidad internacional. 

Hasta la fecha, 183 países, incluido el Perú, han establecido y desarrollado relaciones diplomáticas con China sobre la base del principio de una sola China. La comunidad internacional ha demostrado y defendido con acciones dicho principio. 

Sin embargo, aún existen algunos países que deliberadamente distorsionan y desafían la Resolución 2758, tratando de reavivar la falacia de que el “estatus de Taiwán está por definirse”, con el fin de abrir espacio para que las autoridades taiwanesas busquen un supuesto “espacio internacional”. 

Su objetivo fundamental es promover la estrategia de “utilizar a Taiwán para contener a China”, obstaculizando la reunificación completa de China y su revitalización nacional. Estas acciones constituyen una violación flagrante de los principios básicos de las relaciones internacionales y revelan una vez más la doble moral de esos países en cuestiones fundamentales como la soberanía nacional y la no injerencia en los asuntos internos.

El principio de una sola China forma parte importante de la política exterior del Perú. Los sucesivos gobiernos peruanos, así como diversos sectores de la sociedad peruana, han respetado y acatado este principio, sentando las bases y condiciones para el desarrollo sano de las relaciones bilaterales y la profundización de la cooperación pragmática entre ambos países, lo cual China aprecia altamente.

En 2024, los jefes de Estado de China y el Perú realizaron con éxito visitas recíprocas. Tanto el Gobierno como el Congreso del Perú reafirmaron su compromiso con el principio de una sola China, elevando la Asociación Estratégica Integral entre ambos países a un nuevo nivel. 

En el futuro, China está dispuesta a trabajar junto con el Perú para implementar firmemente los consensos alcanzados por ambos mandatarios, promover la cooperación de beneficios mutuos y consolidar la amistad entre los pueblos. 

En particular, ambas partes deben comprenderse y apoyarse mutuamente en los temas relacionados con sus intereses medulares y preocupaciones fundamentales, a fin de impulsar el desarrollo estable y duradero de las relaciones entre China y el Perú.

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Publicado: 9/10/2025