Entrevista: Julio PanduroEs necesario que el próximo gobierno construya una economía más diversificada y heterogénea a fin de generar puestos de trabajo de calidad y acabar con la informalidad laboral que afecta a millones, opina la directora adjunta de la OIT para los países andinos, Elena Montobbio.
– El impacto de la pandemia en el sector laboral ha sido significativo. ¿El Perú tiene las fortalezas para revertir esa situación?
– A pesar del duro golpe de la pandemia, el Perú tiene sólidos fundamentos para revertir la situación laboral en el corto y mediano plazo, pero será crucial hacerlo abordando temas estructurales como la baja diversificación productiva, la informalidad laboral y la heterogeneidad del aparato productivo.
De no abordarse pronto, pueden volver a constituirse en elementos gatilladores para el deterioro continuo del mercado laboral peruano.
Hoy día, cerca del 75% del empleo se encuentra en sectores de baja productividad, como la pequeña agricultura y el comercio, donde el empleo es predominantemente informal. Al otro extremo, existen sectores muy productivos y competitivos, como la minería y los servicios financieros, pero generan 2% del empleo.
– ¿Cómo abordar esos temas estructurales?
– Ya lo hemos dicho antes, toda crisis es también una oportunidad. Y esta no es la excepción: no podemos reactivar una economía como la que hemos tenido hasta ahora, poco diversificada y poco productiva. Si volvemos a esa “vieja normalidad”, estaríamos creando los mismos empleos, en los mismos sectores de siempre, con toda la informalidad, la precariedad y la vulnerabilidad que eso trae consigo.
Los esfuerzos deberían estar puestos en un cambio de la matriz productiva del país para impulsar la creación de más y mejores empleos. Y esto debe ir acompañado, sin duda, de una profunda reforma laboral y pensionaria; una reforma que, con enfoque integral, fomente la mejora de la productividad y competitividad de las empresas y de los empleos, y garantice la protección de las y los trabajadores a lo largo del ciclo de vida.
– Una de las estrategias propuestas es la estimulación de la economía. ¿Es una estrategia válida frente a un mundo que ha sufrido el impacto de la pandemia y sus condiciones económicas no son las óptimas?
– La recuperación del empleo depende mucho de la reactivación económica. Pero dadas las condiciones actuales también se requiere una reactivación del empleo por medio de la diversificación productiva y la creación de un entorno de promoción de empleos formales hacia una “mejor normalidad”.
En este sentido, promover el desarrollo de actividades tecnológicas con potencial de empleo impulsarían no solo a un pequeño grupo de empresas, sino también al conjunto de la economía, por medio de sus encadenamientos productivos y de empleo. Pero, sobre todo, es importante potenciar, mediante el diálogo y la negociación colectiva, las políticas económicas y sociales con una visión más amplia, de estabilidad integral, que incluya objetivos de cambio estructural y mejora en la distribución del ingreso, con prioridad en la convergencia productiva y la promoción de la igualdad.
– La migración de ciudadanos venezolanos ha modificado el panorama laboral del Perú. ¿Qué alternativas pueden aplicarse para que esta nueva fuerza laboral se incorpore formalmente?
–Desde la OIT, trabajamos en el Perú y en América Latina con una misma estrategia para convertir la migración en un factor de desarrollo. Esta estrategia plantea siete ejes prioritarios: primero, regularización y caracterización de la población proveniente de Venezuela; segundo, formación profesional y reconocimiento de títulos y competencias; tercero, promoción del empleo; cuarto, emprendimiento y desarrollo empresarial; quinto, inclusión financiera; sexto, acceso a la protección social; y sétimo, cohesión social.
Una porción importante de la población migrante que ha llegado de Venezuela posee niveles de cualificación importantes y es urgente hacer un match entre la oferta laboral que ellas y ellos representan y la demanda de las cadenas productivas que presentan mejores oportunidades de empleabilidad o mejores condiciones para el emprendimiento.
– ¿Se avanzó en la erradicación del trabajo infantil?
– Los importantes avances logrados en la erradicación del trabajo infantil en los últimos 20 años, sin duda, se han visto seriamente amenazados por la pandemia. La OIT calcula que la cantidad de menores en trabajo infantil podría incrementarse hasta en 33,000 personas debido a la crisis del covid-19.
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(FIN) JPC/DOP/CCH
Publicado: 30/4/2021