Alexander Van der Bellen, que el pasado domingo ganó las elecciones presidenciales en Austria frente a un candidato ultranacionalista, aseguró hoy que su victoria es la de los valores europeos y que trabajará para que Europa no se divida.
"El resultado de las elecciones es una señal clara, un encargo claro que se irradia por las ciudades y pueblos de Europa, que muestra que una política de la unión, que apela a los valores europeos comunes, no sólo tiene sentido sino que puede tener éxito", aseguró ante los medios.
Van der Bellen, un intelectual progresista de 72 años que fue hasta 2008 el jefe del partido Los Verdes, ganó las elecciones con el 53,79 por ciento de los votos, frente a Norbert Hofer, candidato del ultranacionalista y eurocrítico Partido Liberal (FPÖ).
"Haré todo lo que esté en mi mano para que nuestra Europa común se acerque, no se deje dividir y se mueva hacia un futuro positivo", prometió, insistiendo en el mensaje europeísta que fue uno de los ejes de su campaña.
Van der Bellen indicó, sin mencionar nombres, que ya ha estado en contacto con varios líderes europeos. Mañana se reunirá con Ban Ki-moon, secretario general saliente de la ONU.
El nuevo presidente, que será investido a principios de enero, se refirió también a la polarización política que esta campaña electoral ha dejado en el país.
"Voy a ser el presidente de todos los austríacos y austríacas, da igual si me han votado o no", prometió.