Para garantizar una alimentación de calidad es indispensable incluir en una dieta balanceada a las legumbres, que contribuyen a una mejor nutrición al aportar un alto contenido de vitaminas, minerales y otros nutrientes que son esenciales para el buen funcionamiento del organismo y fortalecer el sistema inmunológico frente a diversas enfermedades, entre ellas el covid-19.
Pequeñas en tamaño, pero enormes en beneficios para la salud por lo que son consideradas superalimentos, las legumbres o menestras son un tipo de leguminosas que se cosechan únicamente para obtener la semilla seca. Las legumbres más conocidas son
el frijol, el haba, la lenteja, el garbanzo, la arveja, el pallar, el tarwi, la zarandaja, entre otros.
No constituyen legumbres aquellos cultivos que se cosechan verdes como, por ejemplo, los guisantes y las vainitas, por que estos se clasifican como hortalizas.
También se excluyen los cultivos utilizados principalmente para la extracción de aceites, como la soya y el maní, así como aquellos que se utilizan exclusivamente con fines de siembra, como las semillas de trébol y la alfalfa.
Beneficios para la salud
Las legumbres son
superalimentos esenciales porque contienen diversos nutrientes como las vitaminas B1, B2, B3, y son una fuente ideal de proteína, en particular en regiones del planeta donde la carne y los lácteos no son física o económicamente accesibles.
Las legumbres son bajas en grasa y ricas en fibra soluble, lo que contribuye a reducir el colesterol LDL o malo y ayudar a controlar el azúcar en la sangre. También aportan hierro, mineral esencial evitar y superar la anemia y la desnutrición.
Para aprovechar el hierro de las legumbres se recomienda consumirlas con una porción de proteína de origen animal (carne de res, pescado, vísceras, etc.) y acompañarlas con ensaladas de verduras o con frutas cítricas como la mandarina, naranja, toronja, papaya, limón y otros.
El alto contenido de fibra de las legumbres es fundamental en la prevención del estreñimiento y del cáncer de colon, así como enfermedades no transmisibles como la diabetes y las afecciones cardíacas. Asimismo, ayuda a mantener un adecuado peso corporal para prevenir y combatir la obesidad.
Seguridad alimentaria
Las legumbres son un cultivo importante para el sustento de los agricultores, porque pueden comercializarlas y también consumidas a nivel familiar. Tener la opción de comer y vender las legumbres que producen ayuda a los campesinos a mantener la seguridad alimentaria de sus hogares y genera estabilidad económica.
Aumentan la biodiversidad
Las legumbres son aliadas para aumentar la biodiversidad gracias a sus propiedades fijadoras de nitrógeno que mejoran la fertilidad del suelo, lo que aumenta la productividad de las tierras de cultivo.
Usando legumbres para los cultivos intercalados y de cobertura, los agricultores también pueden promover la biodiversidad agrícola y del suelo, manteniendo a raya las plagas y enfermedades nocivas que afectan a la agricultura.
Cambio climático
Las legumbres pueden contribuir a la mitigación del
cambio climático, reduciendo la dependencia de los fertilizantes sintéticos utilizados para aportar nitrógeno al suelo.
Durante la fabricación y aplicación de estos fertilizantes se liberan gases de efecto invernadero y su uso excesivo puede ser perjudicial para el medio ambiente. Además, las legumbres fijan el nitrógeno atmosférico en el suelo de forma natural y en algunos casos liberan el fósforo, disminuyendo significativamente la necesidad de fertilizantes sintéticos.
Legumbres en Perú
En Perú se cultivan 13 de las 15 especies de legumbres que se siembran en América Latina, y se siembran en los 24 departamentos del país, desde el nivel del mar hasta más de 3 200 metros de altitud.
En alrededor de 202,000 hectáreas instaladas en nuestro territorio se cultivan legumbres como
frijoles, pallares, tarwi, que son originarios del Perú, así como arveja, haba, lenteja, garbanzo, entre otros que llegaron de otros continentes y que se adaptaron con éxito al suelo peruano, convirtiéndose todos ellos en tradicionales en diversas regiones del país.
La legumbre de mayor consumo en Perú es el frijol, que cuenta con diversas variedades entre las que destacan canario, caballero, panamito, castilla, de palo, loctao, entre otros.
Consumo por persona
El consumo de legumbres en Perú alcanza los 7.5 kilos por persona al año, cifra que está por debajo a los 9 kilos que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Asimismo, la Organización de las Naciones Unidades para la Agricultura y la Alimentación (FAO) recomienda a las familias consumir hasta tres veces por semana algún tipo de legumbre para elevar la calidad de la alimentación.
Producción nacional
Según el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), el Perú produjo 270 000 toneladas de legumbres en 2020, las que fueron cosechadas en 202 000 hectáreas a escala nacional. La sierra produjo el 59% del total, seguida de la costa con el 31% y la selva con el 10% restante, siendo las principales regiones Cusco, Cajamarca y La Libertad.
En nuestro país más de 140 000 familias se dedican al cultivo de legumbres, permitiendo la generación de 12.6 millones de jornales. Además, beneficia indirectamente a alrededor de 700 000 personas.
Las principales legumbres producidas en 2020 fueron frijol grano seco, haba grano seco, arveja grano seco, tarwi, frijol castilla, pallar grano seco, lenteja, zarandaja, garbanzo y frijol loctao.
Del total de la producción nacional de legumbres, el 84% se dirige al mercado interno, mientras que el 16% va a la exportación.
(FIN) LZD/MAO