El 21 de septiembre se celebra el Día Mundial del Alzheimer, una afección neurodegenerativa que se caracteriza por el daño y la muerte de las neuronas y sus conexiones, con grandes desafíos para los pacientes, la familia y sus cuidadores.
“Es tipo de demencia afecta a millones de personas en todo el mundo, siendo un desafío para los pacientes y sus cuidadores”, señala el médico neurólogo del Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas (INCN), Danilo Sánchez.
Síntomas y progresión
La enfermedad de Alzheimer comienza con síntomas sutiles pero impactantes.
Los pacientes pueden experimentar una pérdida de interés y voluntad en sus actividades y tareas habituales, junto con cambios de comportamiento notables.
A medida que progresa la enfermedad, los olvidos progresivos se vuelven evidentes, primero afectando los hechos recientes y luego comprometiendo la memoria de mediano y largo plazo.
Además, a nivel del lenguaje, la capacidad de expresión disminuye, reduciendo la cantidad de palabras utilizadas, y la comprensión se ve comprometida. En el pensamiento, se manifiestan la confusión y la distorsión de la realidad, a menudo acompañada de confabulaciones.
Papel crucial de los cuidadores
Los cuidadores desempeñan un papel fundamental en la vida de las personas afectadas por la enfermedad de Alzheimer.
Se convierten en personas de apoyo permanentes, brindando seguridad y supervisión constante en todas las actividades diarias.
Los desafíos que enfrentan son numerosos, ya que deben lidiar con situaciones nuevas y cambios en las funciones cognitivas de sus seres queridos.
Una labor agotadora
El cuidado de un paciente con Alzheimer puede ser abrumador y agotador. Para hacer frente a este desafío, es esencial que los cuidadores reciban apoyo.
Esto puede lograrse a través de turnos compartidos con otros cuidadores para evitar una carga excesiva. La atención y la concentración constantes son necesarias, y el apoyo emocional juega un papel crucial para mantener la salud mental de los cuidadores.
Objetivos del cuidado y apoyo
El cuidado y apoyo a los pacientes con enfermedad de Alzheimer deben estar orientados hacia varios objetivos fundamentales.
En primer lugar, brindar apoyo emocional es esencial para mantener la calidad de vida del paciente. La seguridad y la supervisión de las actividades personales y sociales son necesarias para garantizar la seguridad del paciente.
La comunicación e interacción deben basarse en un lenguaje claro y simple, y es importante establecer nuevas formas de comunicación para adaptarse a las necesidades cambiantes del paciente.
Además, la realización de paseos y ejercicios diarios al aire libre puede ser beneficiosa para la salud física y emocional.
Por último, la supervisión de tareas simples en el hogar puede ayudar a mantener la independencia del paciente en la medida de lo posible.
En resumen, la enfermedad de Alzheimer presenta desafíos significativos para los pacientes y sus cuidadores, pero con el apoyo adecuado y una comprensión profunda de sus necesidades, se puede mejorar la calidad de vida de quienes la padecen y de quienes los cuidan.
El cuidado y la atención centrada en el paciente son esenciales para garantizar un mejor manejo de esta enfermedad neurodegenerativa.
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(FIN) NDP/KGR
JRA
Publicado: 20/9/2023