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Día de los Ajíes Peruanos: picanterías regionales los convierten en suculentos potajes

Tradicionales santuarios gastronómicos conservan la sabiduría en el uso de estos insumos

Las picanterías regionales son los santuarios en los que se veneran a los ajíes peruanos y los utilizan con maestría en la preparación de aderezos que originan o acompañan a suculentos potajes.ANDINA/Difusión

Las picanterías regionales son los santuarios en los que se veneran a los ajíes peruanos y los utilizan con maestría en la preparación de aderezos que originan o acompañan a suculentos potajes.ANDINA/Difusión

13:49 | Lima, set. 6.

Las picanterías regionales son los santuarios en los que se veneran a los ajíes peruanos y los utilizan con maestría en la preparación de aderezos que originan o acompañan a suculentos potajes. En el Día de los Ajíes Peruanos, conozcamos a estos templos del sabor que conservan las tradiciones culinarias ancestrales enriquecidas con el mestizaje cultural.

Conocidas desde los albores de la época colonial, las picanterías han sido siempre lugar de encuentro para la tertulia y discusiones políticas y sociales, en medio del compartir de platos elaborados con sabiduría por cocineras y cocineros que dominaron el uso de los ajíes en aderezos, salsas, cremas y otras creaciones culinarias regionales.


El ambiente de las picanterías de antaño se mantiene en ciudades como Arequipa, Chiclayo, Cusco y Piura. Sin embargo, desde mediados del siglo XX algunas se han transformado en lugares turísticos, mientras que otras se han ubicado en los alrededores de mercados o se han desplazado a barrios populares o a la campiña, donde reciben a comensales que desean degustar, reconocer y registrar perennemente en su paladar el “sabor de las regiones”.


En el sur son famosas las picanterías arequipeñas de Yanahuara, Sachaca, Tiabaya y Cerro Colorado, como “La Lucila”, “La Palomino” y “Sol de Mayo”; mientras que en el Cusco son legendarias “La Chomba” y “La Chola”.


Al norte del Perú podemos visitar “La Chayo” y “La Casa del Teniente Gobernador” en Catacaos, región Piura, así como los “chicheríos” de Punto Cuatro y la legendaria “Rosita Inga” en la provincia de Ferreñafe, región Lambayeque.


Si bien hablar de picanterías y chicherías parece lo mismo, los especialistas culinarios sostienen que en realidad no lo son. La diferencia radica en que, en la picantería, los platillos regionales son lo más importante y la chicha (bebida fermentada a base de frutas, cereales u otros insumos vegetales) es un acompañamiento.


En la chichería, por su parte, los visitantes asisten básicamente para beber y la comida cumple la función secundaria de asentar lo bebido.



En todo caso, el maridaje de nuestras cocinas regionales, que llevan en su matriz a los ajíes, y nuestras también afamadas bebidas tradicionales como la chicha en sus diversas variedades, representan la riqueza de la gastronomía peruana y la ubican en un lugar privilegiado en el mundo culinario. 

(FIN) LZD/MAO

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Publicado: 6/9/2019