Cada primer viernes de setiembre, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) celebra el “Día de los Ajíes Peruanos” en busca de promover a nivel nacional, regional y local el conocimiento sobre el ají, su diversidad, beneficios y protagonismo en la gastronomía, además de fortalecer el posicionamiento comercial de los productores agrarios dedicados a este cultivo.
El Perú produce anualmente más de 200,000 toneladas de ajíes, pimientos y rocotos, cultivados en las 24 regiones, lo que lo convierte en una potencia mundial del género Capsicum. Hoy, nuestro país es el tercer exportador global de estos frutos, después de China e India, consolidando su posición en el mercado internacional.
Se cuenta con más de 350 variedades registradas de ajíes, rocotos y pimientos. Entre ellas destacan, el ají amarillo, panca, limo, charapita, montaña y rocoto, además de variedades locales como el arnaucho de Supe, el cacho de cabra, pipí de mono, pacae o cerezo, cada una con un valor cultural y gastronómico único.
En el 2024, el Perú exportó 39,329 toneladas de páprika, alcanzando un valor de 142 millones de dólares con un volumen de crecimiento de 4% respecto al año anterior.
La páprika sigue siendo el producto estrella, pero las exportaciones se diversifican con ají amarillo, ají panca y rocoto, en fresco, secos, salsas y conservas, impulsadas por el auge de la gastronomía peruana.

Con un consumo per cápita de cinco kilos al año —el segundo más alto de América Latina después de México—, el ají reafirma su rol como alimento indispensable en la mesa peruana.
Desde los restos hallados en la cueva Guitarrero en Áncash, con más de 8,000 años de antigüedad, hasta las actuales exportaciones que llegan a los mercados más exigentes, los ajíes peruanos son testimonio de una tradición milenaria que hoy impulsa la economía, la cultura y la gastronomía del Perú.
Las regiones con mayor producción de ajíes son Lima (20.3%), Tacna (20.1%) e Ica (17%), mientras que, en el caso del rocoto, Pasco concentra el 73% de la producción nacional, siendo Oxapampa la principal zona productora, seguida por Junín con el 10%. En cuanto a pimientos, Lambayeque lidera la producción de pimiento morrón, mientras que en el piquillo destaca en La Libertad (43%), Piura (42%) y Lambayeque (15%).
Más de 11,000 pequeños agricultores, en su mayoría de la agricultura familiar, conducen alrededor de 14,000 hectáreas destinadas a este cultivo. Son ellos los guardianes de este patrimonio genético y cultural, responsables de preservar las variedades nativas y sostener un sector que genera empleo, valor agregado e innovación.
Los ajíes no solo dan sabor y color a la gastronomía, también tienen usos medicinales y agroindustriales: desde analgésicos, antirreumáticos y antiparasitarios, hasta insumos para oleorresinas, colorantes naturales, insecticidas orgánicos, dispositivos de defensa personal y productos de perfumería. Estos frutos, domesticados en la cuenca del lago Titicaca hace miles de años, son parte de la herencia alimentaria del Perú y hoy conquistan mercados internacionales.