El 22 de julio se conmemora el Día del Cerebro, con el fin de difundir la importancia de la salud cerebral e informar a la sociedad sobre estrategias de prevención y tratamiento para enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson, las cuales causan un deterioro progresivo en la motricidad de los pacientes. Pero, ¿qué tecnologías hay disponibles para reducir los efectos de estos males?
A nivel nacional, se estima que el
Parkinson afecta a unas 30 mil personas y que, cada año, hay tres mil nuevos casos de personas con síntomas claros que reflejan esta enfermedad, según la Unidad de Movimientos Involuntarios del Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas (INCN) del Ministerio de Salud. Al mismo tiempo, la enfermedad de
Alzheimer es el segundo trastorno neurodegenerativo más frecuente, padecido por más de 200,000 adultos mayores.
“Las demencias son las enfermedades neurológicas más prevalentes en el grupo etario mayor, como el Alzheimer y el
Parkinson. Dentro de las hereditarias, la
enfermedad de Huntington es una de las más importantes, pero se presenta a una edad mucho más temprana, entre los 20 y 30 años, aunque su desarrollo dura bastante tiempo. En este grupo etario también tenemos a la esclerosis múltiple, una enfermedad crónico degenerativa con un componente autoinmunológico importante”, explica el Dr. Alfredo Cárdenas, docente de la carrera de Bioingeniería de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC).
1. Ondas electromagnéticas: con el avance de nuevas tecnologías, los científicos proponen detectar precozmente enfermedades neurodegenerativas. “Esto se aplica para disminuir la muerte celular de neuronas dopaminérgicas en la sustancia 'nigra' en pacientes con Parkinson”, indica el experto de UTEC.
2. Tecnología recombinante: esto deriva en un conjunto de métodos de ingeniería genética, es decir, de métodos que permitan modificar la información genética de una célula para corregir una mutación puntual.
3. Pulsos eléctricos controlados por circuitos impresos: esta tecnología permite controlar los impulsos nerviosos permitiendo que el individuo pueda controlar la frecuencia de disparo del impulso nervioso con un control remoto, como si fuera un televisor.
4. Sensores electrónicos implantados en el ser humano: los implantes en el cuerpo humano tienen una gran utilidad, desde la monitorización de las funciones vitales de órganos hasta la liberación controlada de fármacos. Este proceso convierte la señal eléctrica analógica en un impulso nervioso digital.
5. Implantación de “células madres” en la zona de lesión: estas células se caracterizan por su capacidad de autorrenovación y de producir diversas líneas celulares. “Son células no diferenciadas que pueden convertirse en neuronas o células musculares dependiendo de las señales del entorno”, señala el Dr. Cárdenas.
De este modo, se evidencia cómo la ciencia y el avance de la tecnología son herramientas fundamentales para mejorar la calidad de vida. “La bioingeniería es una disciplina que permite, a quien la estudie, posicionarse en la frontera de la ciencia y ser la primera línea de ataque en la resolución de problemas de salud pública mundial y de otro tipo”, concluye el especialista.
¿Cuáles son los primeros síntomas de las enfermedades neurodegenerativas?
Según el doctor José Luis Trigoso, médico neurólogo del Hospital Nacional Alberto Sabogal, los síntomas del Parkinson pueden iniciar con un simple temblor de las manos mientras el paciente está en reposo y suelen intensificarse cuando él se siente inseguro o ansioso. Además, disminuye la expresión del rostro, dando la impresión de estar "enojado". Puede acompañarse de depresión, ansiedad, problemas con el sueño, y dificultades cognitivas, explicó el especialista.
Por otra parte, el Alzheimer puede iniciar con síntomas leves de pérdida de memoria cuando el paciente ya tiene una edad avanzada, y suele empeorar con el paso de los años. Además, se presentan problemas de conducta y trastornos psiquiátricos que no eran propios de la persona.
Por último, la enfermedad de Huntington se presenta desde edades tempranas y es hereditaria: si alguno de los padres ha padecido esta enfermedad, hay un 50% de probabilidad de desarrollarla también. Este mal provoca el deterioro progresivo de las neuronas, por lo que se presenta junto con síntomas psiquiátricos, problemas de motricidad y dificultades cognitivas.
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Publicado: 21/7/2021