06:15 | Trujillo, mar. 8.
María Flores Ruiz y Zelina Mallqui Layza son dos usuarias del programa social Juntos, ejemplos del distrito de Cochorco, en la provincia liberteña de Sánchez Carrión, lugar donde nacieron y comparten un objetivo en común: estudiar para derrotar a la pobreza. En el Día Internacional de la Mujer, que se conmemora hoy, sirvan sus historias para rendir un homenaje a todas las mujeres luchadoras del Perú y el mundo.
Sus sueños son tan altos como la ubicación de Cochorco, a 2604 metros sobre el nivel del mar. Ellas nunca renunciaron a sus metas pese a las adversidades, como el encierro que tuvieron que soportar debido a la pandemia del covid-19.
María estudió primaria en el colegio del caserío Huamanmarca, en Cochorco, pero en un hogar donde el dinero alcanza a duras penas para llenar el estómago. Tener a la madre enferma en casa obliga a tomar drásticas decisiones: dejó las aulas para cuidar de su progenitora, aunque luego pudo concluir esa etapa.
En tercero de secundaria volvió a interrumpir sus estudios tras convertirse en madre adolescente de Oscar y Janet (hoy de 14 y 11 años, respectivamente), un problema social tan común en la sierra de la región La Libertad. Sin embargo, sus objetivos de seguir estudiando y convertirse en profesional no se truncaron gracias al programa Juntos.
A sus 21 años culminó la secundaria y luego emprendió la búsqueda de una oportunidad para continuar estudios superiores, pues ella soñaba con ser técnico en Producción Agropecuaria y está cerca de lograrlo en las aulas del Instituto de Educación Superior Tecnológico Público "José Arnaldo Sabogal Diéguez" de Cajabamba.
Pero cuando empezó sus estudios, la pandemia parecía interponerse; sin embargo, nuevamente perseveró. María recuerda que le costó mucho adaptarse a las clases virtuales, un método que aunque todos en el país compartían, era muy distinto para ella. Con el inglés y la computación todo se hizo más difícil.
“No es lo mismo. Las clases presenciales fueron mejores porque se puede conversar con el docente y hacerle preguntas, y con la explicación que te da se te queda para siempre”, comentó. No obstante, pese a todo no claudicó y está a punto de hacer realidad su sueño.
“Me gusta la carrera de técnico en Producción Agropecuaria porque estudio el campo, las plantas y los animales. Mi sueño se hace realidad porque actualmente ya estoy haciendo prácticas en la municipalidad de Cochorco, apoyando en las campañas de monitoreo de ovinos, vacunos, porcinos caprinos. Estoy entusiasmada porque este año termino y podré apoyar a mis hijos”, afirmó.
Un vivero para Cochorco
María se ha propuesto ahora poder darles estudios superiores a sus hijos y crear un vivero para dotar de plantas a los agricultores de su localidad en Cochorco.
“Mi hijo mayor quiere estudiar ingeniería civil o agrícola y voy a apoyarlo; además, con ese vivero evitaría que se compren plantas de otros lugares que muchas veces llegan con enfermedades y afectan a los animales y las personas”, agregó.
Comparte su pasión por el canto, por eso en 2020 participó en el concurso “Canto por el Bicentenario”, organizado por el programa Juntos y fue la ganadora de la región La Libertad.
“La pandemia no me desanimó, al contrario, yo siempre tuve planes de estudiar y me esforcé para llegar hasta aquí. El gestor de Juntos siempre nos alentaba sobre la importancia de la educación para salir adelante y hoy lo estoy comprobando. Me siento feliz de estar cumpliendo mis sueños”, expresó emocionada.
Zelina sueña con su estudio contable
A diferencia de María, a Zelina le atrae la contabilidad y su mayor sueño es tener su propio estudio contable para sacar adelante a Jasbell, su hija de 6 años.
Zelina estudió primaria y secundaria en el colegio Miguel de Cervantes Saavedra de Cochorco, donde obtuvo el premio de excelencia de su promoción al terminar la etapa escolar.
Ahora estudia la carrera técnica de Contabilidad, en el Instituto Superior Tecnológico Estatal de Mache, en la provincia de Julcán, donde ha finalizado el cuarto ciclo, y ya hace prácticas en la municipalidad distrital de Salpo.
“Ahí puedo ver los libros de caja, libros de bancos, entre otras cosas; es interesante. Mi meta es terminar y conseguir un empleo para poder solventar los gastos y poder convalidar y llevar la carrera universitaria como contadora pública. Mi otro sueño es poner un estudio contable para darle un futuro mejor a mi pequeña Jasbell”, confesó.
Zelina está muy agradecida con el programa Juntos porque gracias a las charlas sobre la importancia de la educación y el acompañamiento recibido entendió que podía llegar lejos si se lo proponía.
“Juntos siempre me impulsó a seguir adelante, a prepararme, a estudiar un nuevo nivel. Yo ahora quiero lo mismo para mi hija y la guío”, indicó.
Mallqui Layza aseguró que la pandemia se convirtió en una oportunidad, pues toda la adversidad vivida le brindó las fuerzas para querer lograr cosas importantes en su vida.
“A veces las dificultades pueden abrumarte, pero si tienes determinación y personas que te impulsan y apoyan, entonces logras salir adelante”, dijo orgullosa.
Aunque María y Zelina aseguran que el verbo renunciar no conjuga con ellas, quizás ahora se den cuenta que decidieron renunciar a la pobreza, a la desesperanza, y se han constituido en el ejemplo para otras mujeres en Cochorco y en toda la región La Libertad.
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(FIN) LPZ/TMC/JOT
Publicado: 8/3/2023