Las actividades religiosas y artísticas programadas en el día central de la festividad en honor a la Virgen de Cocharcas, patrona del valle del Mantaro y la región Junín, se celebraron en forma restringida pero con gran devoción por parte de los fieles.
La misa central, a cargo del cardenal Pedro Barreto Jimeno, se celebró a puerta cerrada y solo con asistencia de los priostes, autoridades locales y miembros de la Hermandad de la Virgen de Cocharcas.
“Para mí es un motivo de mucha alegría venir aquí, a la parroquia de San Pedro de Sapallanga, la cuna de la devoción a la Mamacha Cocharcas; de manera especial, hoy quiero agradecerle a ella, al igual que hice hace 17 años cuando comencé mi servicio como arzobispo de Huancayo, porque me ha acompañado y nos ha acompañado como iglesia arquidiocesana de Huancayo”, manifestó el cardenal Barreto.
Mencionó que se está cumpliendo estrictamente las normas sanitarias por la pandemia del
covid-19, y que están autorizados para recibir al 50 % del aforo. “
Tenemos que ser muy conscientes de que debemos cuidarnos y también cuidar a los demás, y que la vacunación es parte esencial de este cuidado”, refirió.
Compromiso
Remarcó que la Mamacha Cocharcas nos va a ayudar a salir adelante. “Debemos tener el compromiso de un Perú unido, dejar aquello que nos diferencia, porque es mucho más lo que nos une que lo que nos separa”, aseveró.
Durante la liturgia, en los exteriores del santuario de la Virgen de Cocharcas se reunieron decenas de personas que pudieron ingresar una vez culminado el acto religioso en forma ordenada y rápida para rezar frente a la venerada imagen, ubicada en el altar principal.
El prioste de este año, que es el alcalde distrital de Sapallanga, Rubén Remuzgo Paitán, mostró su pesar por los inconvenientes para rendir tributo a la patrona religiosa del valle del Mantaro.
“Es triste festejar de esta manera restringiendo el ingreso, realmente me apena, porque hay mucha gente que con gran devoción viene a visitar a la Virgen de Cocharcas; sin embargo, no los podemos dejar ingresar por el aforo y el tema del contagio”, comentó.
Efectivos de la Policía Nacional y del servicio de serenazgo resguardaron el atrio del templo de Sapallanga para impedir la aglomeración de devotos y también evitaron la presentación de danzas y estampas como era habitual antes de la pandemia.