Si bien la maravillosa ciudadela de Machu Picchu constituye el más emblemático legado monumental de los incas, afortunadamente no es el único dado que existen muchas otras increíbles construcciones situadas, por ejemplo, en el Valle Sagrado del Cusco que evidencian el avanzado conocimiento alcanzado por esta sociedad prehispánica en materia de arquitectura e ingeniería, tal como lo destaca la prestigiosa revista National Geographic.
En el
artículo titulado:
“Cerca de Cusco, Perú: descubre el Valle Sagrado de los Incas”, National Geographic remarca que el antiguo imperio inca estuvo presente en varias partes del territorio peruano, más allá de la famosa ciudad de
Machu Picchu. Los impresionantes yacimientos arqueológicos que conforman el
Valle Sagrado son un ejemplo de ello y bien merecen una visita.
“Perú se ha convertido en los últimos años en un destino de fama mundial que atrae a viajeros en busca de belleza natural, aventura, buena comida y, por supuesto, historia. El país sudamericano no solo ganó el premio al Mejor Destino Internacional de la revista National Geographic Travel en sus Readers' Choice Awards 2024, sino que otro destino peruano también ha saltado a los titulares. Se trata del Valle Sagrado de los Incas (Ollantaytambo), que entró en la lista de los mejores pueblos turísticos de la Organización Mundial del Turismo (OMT)”, resalta la publicación internacional.
Refiere que el Valle Sagrado de los Incas está situado a pocos kilómetros de Cusco y cerca del destino más famoso de Perú, Machu Picchu. “Se encuentra en una región de exuberante naturaleza e impresionantes yacimientos arqueológicos, que guardan gran parte de la rica historia de los pueblos incaicos y preincaicos”, indica.
“El imperio inca fue la civilización que floreció en el antiguo Perú entre 1400 y 1534 d.C., aproximadamente, cuando fue derrotada por los colonizadores españoles que llegaron al continente”, detalla la Enciclopedia de Historia Mundial.
El Valle Sagrado y sus increíbles lugares históricos
National Geographic señala que, además de la presencia de la civilización inca en torno a la ciudad de Cusco, los pueblos y pequeñas ciudades de los alrededores guardan verdaderos tesoros de este imperio y también de sociedades anteriores (llamadas preincaicas), como los Wari, que también habitaron la región.
“El lugar que hoy se denomina Valle Sagrado de los Incas comprende diversos pueblos y yacimientos arqueológicos, y es un paraje único en el mundo rodeado de montañas, arroyos y diversos pueblos descendientes de los antiguos incas. Muchos aún hablan el quechua (la antigua lengua de los incas), mientras que las mujeres visten ropas tradicionales y producen lana de alpaca con métodos artesanales de teñido y telar”, subraya.
El Valle Sagrado de los Incas también alberga los siguientes lugares históricos de visita obligada: Chinchero, Moray, Ollantaytambo y Písac, enfatiza National Geographic.
Chinchero: un pueblo que fue palacio inca
Indica que a unos 40 minutos de Cusco se encuentra Chinchero, un distrito que hoy es una comunidad de producción textil (con una conocida feria artesanal todos los domingos) y un yacimiento arqueológico.
“Chinchero fue antiguamente el palacio inca del emperador Túpac Yupanqui y está en el camino hacia Machu Picchu. Sin embargo, durante la época colonial, los españoles construyeron una iglesia católica sobre la estructura principal del palacio. Aun así, se pueden ver los cimientos de los tres templos que existieron anteriormente, con sus muros, ventanas y puertas”, comenta.
Moray: el centro experimental de la agricultura inca
El artículo de National Geographic afirma que, en el sitio arqueológico de Moray, los visitantes pueden apreciar las impresionantes habilidades agrarias de los antiguos incas, dado que forman parte de un gran complejo agrícola con campos sembrados con diversos tipos de vegetación y cultivos como maíz, papas, frutas y coca.
“Quien llega al lugar queda sorprendido por los andenes circulares que, junto con las montañas circundantes, conforman el aspecto especial de Moray. En sus plantaciones, los incas aprovechaban las diferentes temperaturas de cada lecho (estaban construidos a distintas alturas en las montañas, funcionando como un gran anfiteatro). De este modo, podían aprovechar los distintos microclimas de cada zona para cultivar diferentes productos en un mismo lugar”, remarca.
Ollantaytambo: yacimiento arqueológico de una impresionante ciudad inca
Al referirse a Ollantaytambo, National Geographic destaca que cualquiera que llegue a este yacimiento arqueológico localizado a unos 60 kilómetros de Cusco, queda impresionado por el tamaño del lugar, que en su día fue una gran ciudad inca.
“Se convirtió en un punto de observación estratégico para el imperio, ya que estaba situado en la cima de una montaña, y albergó a importantes gobernantes de la antigua civilización sudamericana”, manifiesta.
“Ollantaytambo fue construida por los incas sobre una ciudad aún más antigua de civilizaciones anteriores, de acuerdo con la Enciclopedia de Historia Mundial. Actualmente, el lugar es uno de los más famosos del Valle Sagrado de los Incas, tanto que ha sido reconocido por la OMT y también por importantes revistas internacionales, como la estadounidense Time, que lo situó entre los 50 destinos extraordinarios del mundo. Otras publicaciones también consideran que este es uno de los mejores lugares del mundo para visitar”, relieva.
Añade que en la parte baja del sitio arqueológico hay un poblado y se observan alpacas y llamas entre sus enormes muros. “Los visitantes suben varios escalones para ver todo el complejo de la antigua ciudad de Ollantaytambo y hay que estar preparado físicamente (después de todo está a 2,886 metros sobre el nivel del mar). Pero la vista desde lo alto de la montaña sobre las ruinas de residencias, almacenes (llamados colcas) y el antiguo Templo del Sol merece el esfuerzo. Es un lugar tan hermoso y único como Machu Picchu”, sostiene.
Písac: la antigua ciudad inca con vistas impresionantes
Finalmente, National Geographic destaca el complejo arqueológico de Písac (o Písaq, como también se le conoce, que significa “perdiz”, en quechua), que se encuentra a unos 30 kilómetros de Cusco.
“Fue una ciudadela inca dividida en varias ruinas y diferentes sectores que cuentan con túneles, puentes, depósitos, acueductos, un antiguo cementerio, templos y terrazas agrícolas, además de ofrecer una magnífica vista del valle y de la ciudad”, reseña.
“Según la web oficial de turismo de Perú, se cree que el complejo de Písac tenía una función defensiva y religiosa para los incas. En la actualidad, la ciudad situada fuera del yacimiento arqueológico acoge un gran mercado dominical con artesanías, tejidos de colores, productos de lana de alpaca y comidas típicas de la zona”, concluye la prestigiosa publicación internacional.
(FIN) NDP/LZD/MAO