Unas 80 familias del sector Virgen del Buen Pastor, en Pamplona Alta, en el distrito de San Juan de Miraflores, amanecieron hoy domingo 12 de octubre entre escombros y cenizas, luego del incendio de grandes proporciones que se inició la tarde del sábado y destruyó más de 60 viviendas. Los damnificados solicitan más carpas, ropa, baños portátiles y útiles escolares para sus hijos, mientras continúan las labores de remoción de escombros.
El siniestro, que dejó ocho personas heridas —entre ellas una gestante— y varias mascotas afectadas, se habría agravado por la presencia de un almacén clandestino de pirotécnicos, según versiones preliminares.

La alcaldesa de San Juan de Miraflores, Delia Castro, informó que dicho local no contaba con autorización ni cumplía normas de seguridad, y advirtió que los responsables serán sancionados.
En la zona, el teniente alcalde de Lima, Renzo Reggiardo, indicó que se han instalado 30 carpas para las
familias damnificadas en una losa deportiva que sirve como albergue temporal, aunque reconoció que la capacidad es insuficiente.
Aseguró que se dispondrá de otras 30 carpas adicionales para ampliar la cobertura en las próximas horas.
Por su parte, el Ministerio de Educación informó que un equipo técnico
evalúa el estado de tres colegios y un centro de educación técnico-productiva cercanos al área afectada. Hasta el momento no se reportan daños estructurales ni víctimas entre estudiantes o docentes.
Mientras tanto, la Policía Nacional realiza peritajes para determinar el origen del siniestro y la situación legal de las viviendas, ya que algunos vecinos refieren vivir más de 15 años en el lugar, mientras otros no contaban con título de propiedad.
El humo aún persiste en algunos puntos de Pamplona Alta, donde los vecinos continúan intentando recuperar lo poco que el fuego no consumió.
Entre lágrimas, muchos recuerdan que “salieron con lo puesto”, y esperan que la ayuda llegue pronto para volver a empezar.
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