La plaza del distrito de Santiago, ubicado en la provincia de Cusco, exhibe un singular nacimiento donde los personajes como Jesús, María y José, son los habitantes de la provincia cusqueña de Chumbivilcas, con las expresiones artísticas, costumbres y tradiciones de esta zona altoandina cusqueña.
Al pie del templo colonial de Santiago, se ha construido una casita sencilla con estructuras de madera, troncos de chachacomos, techado con ichu o paja, la cual alberga a más de diez genuinas esculturas de maestros de la artesanía santiaguina.
Están San José: con sus polainas, poncho rojo y sombrero de fibra de oveja. La Virgen María del mismo modo: con un faldón, un saquito, manta y sombrero, todos bordados con flores de Surphuy. Los Reyes Magos, lucen trajes de la danza Huaylías; están como los conocidos “Majeño”, “Ccaraccapa” y “Langosta”, con chalinas y sus respectivos huacollos o gorras de estilo ukuku (oso andino).
Al igual que los reyes, están cinco danzarines con otro estilo de traje de huaylía, denotan brincos y posición de enfrentamiento. Llevan huacollos que les cubre los rostros y sobre ellas dos huallatas o ganso andino, la cabeza de un venado y un cóndor con las alas abiertas, de reverencia. Uno quinto lleva una botella con la deliciosa frutillada y una sonaja.
El domingo último la municipalidad distrital de Santiago, dispuso el armado de la casita, aquí no faltó la música, las estampas de la huaylía “danza de alegría por el Nacimiento del Niño Dios”, el alcalde Sergio Sullca Condori llegó con regidores. Los vecinos quedaron asombrados por este nacimiento, único, en la ciudad; esa tarde se mostró también al Niño, cariñosamente llamado “Qorilacito”, sobre un pesebre de ichu.
El pequeñín de mirada risueña, de mejillas ruborizadas, ojos de cristal y con las manos extendidas, viste polainas negras, un cinchón de fibra de camélido, camisa roja y negra a cuadros, chaleco de cuero, su sombrero gris y su cuerda de piel de vacuno que le cruza el pecho.
Narda Peralta Moscoso, responsable del proyecto “Bibliotecas Munay Llaqtanchis” de la municipalidad de Santiago, destacó que el Nacimiento rinde homenaje a los migrantes chumbivilcanos, que en gran mayoría se asentaron en este distrito ubicado en un flanco de la ciudad.
Los artesanos que recrearon las esculturas son integrantes de la familia de imagineros Amao Espinoza, el bordador fue Mariano Condori, y tres escultores que plasmaron los estudios de investigadores chumbivilcanos sobre la huaylía.
“Lo que queremos es realzar esta riqueza cultural que se concentra en Santiago, con la presencia de los chumbivilcanos, que es un pueblo con una cultura muy rica. Demostrar que Santiago tiene artistas, imagineros, escultores, bordadores que tiene trabajos de calidad”, expresó Narda Peralta a la Agencia Andina.
Junto a este Nacimiento se levantó un árbol de Navidad de regular tamaño, con detalles andinos y predominancia de la flor de Surphuy reflejado en el día, mientras que, en la noche, tras el encendido de las luces, se aprecia la formación de una capa, que no es otra que la de la Virgen de Belén “Mamacha Belén”, Patrona Jurada de la Ciudad del Cusco. La capa simboliza la protección y devoción.
Alfonso Layme Cruz, subgerente de cultura y conservación de la comuna de Santiago, afirmó a la Agencia Andina, que la exposición del Nacimiento, formará parte de un libro en la que se recopila la presencia de los chumbivilcanos en Santiago, cuyas tradiciones y costumbres se mantienen vivas a pesar de los siglos.
Asimismo, confirmó que el 24 de diciembre se desarrollará una misa y al día siguiente habrá estampas folklóricas evocadas por residentes chumbivilcanos, y una serie de actividades culturales, como los cuenta cuentos alusivos a la Navidad. Ese día se volverá a ver al “Niño Qorilacito”, Nacerá.
El “Nacimiento del Niño Qorilacito” durante los primeros días fue vulnerable a las lluvias, propias de la época, según el funcionario ya se hace el reforzamiento de la casita para evitar goteras y de esta manera estabilizar las imágenes.
La seguridad estará garantizada por serenos, las cámaras de seguridad y los mismos vecinos, quienes también reciben a turistas, por la atracción del singular nacimiento.