Los 239 años de la rebelión de Túpac Amaru II y Micaela Bastidas, símbolos de fuerza, unión e identidad, fueron conmemorados hoy en una ceremonia en la plaza Túpac Amaru del distrito de Wanchaq, región Cusco, que contó con la presencia del ministro de Cultura, Francesco Petrozzi.
Durante su participación, el titular de Cultura convocó a todos los peruanos a sentir alegría y orgullo de haber nacido en un país de grandes hombres y mujeres, como Túpac Amaru y Micaela Bastidas, dos símbolos de fuerza y unión, no solo para el pueblo cusqueño, sino también para el país.
Dijo que estar ad portas de la conmemoración del Bicentenario de la Independencia del Perú trae cosas muy buenas, ya que invita al pueblo a reflexionar de dónde venimos y hacia dónde queremos avanzar como país.
“La gesta que hoy conmemoramos, emprendida por Túpac Amaru y su esposa, se trata de una historia de reivindicación social y de apuesta por una libertad para todas y todos los peruanos por igual que hoy, 239 años después, debe servir como inspiración y una lección del pueblo cusqueño que merece ser compartida con las generaciones más jóvenes de nuestra patria”, expresó.
La rebelión empezó el 4 de noviembre de 1780 cuando el cacique José Gabriel Condorcanqui Noguera capturó al corregidor Antonio Arriaga, a quien le dio muerte el 10 de noviembre de 1780.
La ceremonia fue organizada por el Proyecto Especial Bicentenario, en coordinación con la Comisión Bicentenario Regional del Cusco. Contó con la asistencia de los alcaldes de Wanchaq y Tinta, Tungasuca y Surimana.
Actividades
Gabriela Perona, directora del Proyecto Especial Bicentenario, dijo que las actividades de conmemoración se desarrollan desde el 3 de noviembre en diferentes localidades del Cusco, donde el caudillo pasó importantes momentos de su vida
Por ejemplo, en
Surimana y Tungasuca, ambas en la provincia de Canas, donde se encuentra la casa y cuartel general, respectivamente, de José Gabriel Condorcanqui.
En Tinta, en la provincia de Canchis, donde hay otra casa de José Gabriel Condorcanqui con cuadros sobre su vida, se desarrollaron escenificaciones, desfiles cívicos, el resonar de pututus e instalación de ferias artísticas, así como entrega de ofrendas florales y recitales de poesía.
La conmemoración de la rebelión de Túpac Amaru II y Micaela Bastidas tiene como eje central el fortalecimiento de la identidad, la memoria histórica y la formación de valores para una nueva ciudadanía que alza las banderas del Bicentenario.
A esa fecha se aspira tener un país que lucha contra la corrupción; que es integrado, competitivo y moderno; que hace del diálogo su principal arma contra la violencia; con igualdad de oportunidades, sostenible y respetuoso de la naturaleza. Un país orgulloso de su identidad y diversidad.
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(FIN) NDP/JOT
JRA
Publicado: 10/11/2019