21:00 | Lima, ago. 28 (ANDINA).
El décimo aniversario de la presentación del informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) fue conmemorado hoy por cientos de personas que hicieron suyo el llamado la justicia y a la reparación para con las víctimas de las dos décadas de combate al terrorismo que el país experimentó entre 1980 y el año 2000.
Las actividades conmemorativas se iniciaron esta tarde en el monumento El ojo que llora, erigido en el Campo de Marte de Jesús María, y cuyo objetivo es recordar a las miles de víctimas y desaparecidos de dicho enfrentamiento.
Hasta ese punto -donde la efigie pétrea simboliza el dolor por la pérdida injusta de peruanos en medio de la violencia- se hicieron presentes los familiares de las víctimas y desaparecidos, representantes de organizaciones no gubernamentales defensoras de los derechos humanos, activistas y público en general.
Todos destacaron la importancia que el mencionado informe tiene para la consolidación de la democracia y en el objetivo de convertir al Perú en una sociedad más inclusiva, reacia e inmune a cualquier brote de violencia e intolerancia.
Para alcanzar esa meta, subrayaron la necesidad de combatir la impunidad y llevar justicia a los familiares de las víctimas, así como repararlos colectiva e individualmente, tal como recomienda el informe de la CVR.
Tras concluir los actos en El ojo que llora, los participantes en el acto conmemorativo marcharon hacia la Plaza San Martín, en el corazón del centro de la capital, donde se había preparado el evento "Encuentro con la memoria".
En dicho acto cultural, que contó con la participación de la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, y artistas de diversas tendencias, los organizadores ratificaron también la necesidad de llevar a la práctica las recomendaciones del informe, a fin de llevar justicia a miles de peruanos que padecieron las consecuencias del combate al terrorismo.
La Comisión de la Verdad y Reconciliación fue formada por ley durante el gobierno del expresidente Valentín Paniagua Corazao (2000-2001) en un esfuerzo por comprender las verdaderas causas del surgimiento de este periodo de violencia -señalado por expertos como uno de los más oscuros de toda la historia del Perú- así como elevar recomendaciones para evitar que un hecho de esa naturaleza vuelva a ocurrir.
Con el lema "Un país que olvida su historia está condenada a repetirla", el grupo que lideró el filósofo Salomón Lerner Febres entregó el 28 de agosto del 2003 su informe final al presidente de la República de ese entonces, Alejandro Toledo Manrique.
Dicho trabajo de investigación, realizado durante más de tres años y que recogió el testimonio de miles de peruanos, señala a la organización terrorista Sendero Luminoso como el principal responsable de la violencia.
Según los cálculos de esta comisión, la cifra de víctimas fue de 69,280 personas. Hasta ese momento, las aproximaciones eran de 25,000 fallecidos.
Asimismo y no obstante ello, consigna que también tuvo responsabilidad en los crímenes el Estado, el cual, en su afán de eliminar a la subversión, cometió violaciones a los derechos fundamentales de muchos inocentes, en su mayoría los más pobres.
Para superar esta etapa, el informe recomienda sancionar a los responsables, reparar a las víctimas y educar a la población peruana en valores y tolerancia a fin de alejarla de cualquier rasgo de violencia.
"La historia del Perú registra más de un trance penoso, difícil, de auténtica postración nacional. Pero, con seguridad, ninguno de ellos merece estar tan marcado con el sello de la vergüenza y el deshonor como el fragmento de la historia que estamos obligados a contar en las páginas del informe que hoy entregamos a la Nación. Las dos décadas finales del siglo XX son -es forzoso decirlo sin rodeos- una marca de horror y de deshonra para el Estado y la sociedad peruana", dijo Lerner Febres cuando presentó el informe el año 2003.
(FIN) CCR
Publicado: 28/8/2013