El ministro de Defensa de Colombia, Pedro Sánchez, advirtió que una eventual decisión de Estados Unidos de retirarle a su país la certificación como aliado en la lucha antidrogas significaría un triunfo para los narcotraficantes y un retroceso para la cooperación internacional.
“Ganan los ilegales, pierden las naciones. La certificación de alguna manera es un símbolo de cooperación, de alianza, de confianza, pero también de capacidades, de un apoyo importante para que nosotros podamos actuar con mayor contundencia”, dijo en entrevista con la AFP durante una visita al departamento de Putumayo, fronterizo con Ecuador.
Antes del 15 de septiembre, el gobierno de Donald Trump debe decidir si mantiene el multimillonario apoyo a las fuerzas militares colombianas, clave en la lucha contra cárteles y guerrillas financiadas por el narcotráfico. La definición llega en un contexto de tensiones diplomáticas entre Trump y el presidente Gustavo Petro, fuerte crítico de las políticas antidrogas estadounidenses y del despliegue militar en el Caribe, también rechazado por Venezuela.
Sánchez, un general retirado de la fuerza aérea de 53 años, participó en un programa oficial de erradicación de cultivos ilícitos, donde arrancó plantas de coca junto a campesinos. En ese marco subrayó que Colombia mantiene un compromiso absoluto en la lucha antidrogas: “Es tal vez el país que más pone muertos”, afirmó.
El ministro reconoció que la violencia se ha intensificado. Durante su visita fue resguardado por decenas de uniformados, tres helicópteros y personal equipado con armas antidrones, tras un reciente ataque en Villagarzón que dejó dos soldados heridos.
“Cuando uno combate el cáncer (el narcotráfico) y le aplica quimioterapia (...) hay una respuesta”, señaló, en referencia a la escalada de agresiones.
Los ataques con drones contra la fuerza pública y la población civil son cada vez más frecuentes y sofisticados. Según Sánchez, en el último mes y medio “se han inhibido” 802 intentos de este tipo, aunque insistió en que se requiere más inversión en armamento, aeronaves y sistemas de inteligencia.
“Si queremos seguridad, pues hay que invertir en seguridad. No nos pidan que acabemos con el cáncer con pañitos de agua tibia”, advirtió.
Colombia cuenta actualmente con unos 22.000 guerrilleros y narcotraficantes en armas, de acuerdo con cálculos de inteligencia militar. Aunque el gobierno de Petro impulsa un proyecto de paz con algunos grupos, la orden sigue siendo emplear “toda la contundencia” contra las organizaciones ilegales, enfatizó Sánchez.