Sentido del humor, concentración y metas cortas pero claras son algunas de las claves que a Raúl Alcántara Castillo, de apenas 18 años, le han permitido convertirse en campeón mundial de matemáticas y ganar recientemente una beca de estudios en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), una de las mejores universidades del mundo.
En diálogo con la
Agencia Andina, Raúl dijo que
estudiar en el MIT es un enorme logro, como lo es la beca que cubrirá las pensiones de su aprendizaje. Pero aún se encuentra a la búsqueda de fondos para su boleto de avión y manutención durante sus
cuatro años de estudio. Si está interesado en apoyarlo puede comunicarse con su mamá, la señora Marivel Castillo, en el teléfono 969-748-765.
A continuación los consejos que brindó:
1) Metas claras. “Me gusta analizar por qué estoy estudiando y cuáles son mis objetivos. Cuando están definidos, todo es más fluido, porque sabes lo que tienes que hacer, lo que necesitas, para lograr lo que quieres. Básicamente ese principio me ha ayudado en toda mi secundaria y en mi vida”.
Comentó que cuando recién llegó a Lima procedente de Barranca -el colegio Saco Oliveros lo becó durante toda su secundaria debido a su talento- su única meta era obtener buenas notas. Cuando le dijeron que si participaba en concursos de matemáticas podría viajar fuera del país, se trazó la meta de clasificar y lo consiguió, convirtiéndose en campeón mundial (2015).
2) Respetar horas de estudio. A diferencia de otros jóvenes, que prefieren abstraerse completamente de todo, de los amigos y las redes sociales, Raúl se confiesa la persona “menos ordenada del mundo”, pero sí respetuosa con los plazos que se traza.
“Siempre defino la hora en que debo empezar a estudiar y lo respeto. Si digo que voy a estudiar dos horas, lo hago sin distracciones. Me digo a mí mismo que voy a estudiar esas dos horas, porque luego voy a salir a jugar. Si no estudio, no juego. Es un tipo de motivación para mí y me ha servido siempre”.
3) Persistencia. A pesar de ser un estudiante destacado en ciencias, Raúl confiesa que también ha tenido momentos oscuros, en los que nada parecía salir como esperaba, como en el 2014 cuando no clasificó al campeonato de matemáticas ni a ningún otro concurso.
Tras sentirse abatido y triste, decidió prepararse con más intensidad para el siguiente año y es así como para su sorpresa ganó el concurso mundial de matemáticas, cuando solo aspiraba a clasificar entre los mejores.
4) Sentido del humor. Le gusta gastarles bromas a sus amigos y familia. “Me encanta asustarlos y hacerlos sufrir un poco. Por ejemplo, cuando ya sabía que había ingresado al MIT los llamé a Barranca para decirles ‘ya fue todo. No ingresé’, para que se pusieran tristes un rato. Ya luego les dije la verdad”, comenta entre risas. Lo mismo hizo con los compañeros con quienes vive en la residencia del colegio.
5) No temerles a las matemáticas. Aunque cuenta con el privilegio de tener como mamá a una profesora de matemáticas, afirma que él no se sabe todas las fórmulas y que tampoco podría porque es muy olvidadizo.
“Si preguntan a los que me conocen, les dirán que mi memoria es terrible. No puedo acordarme de las cosas. Entonces, como tengo que vivir con eso, aprendo lo básico y de allí lo deduzco todo”. Señaló que trata de memorizar lo menos posible y darle más protagonismo al razonamiento, para que todo no sea tan abstracto.
6) Idiomas. “Aprender inglés es prácticamente indispensable. Lo he estudiado porque me va a servir en el futuro y ahora lo voy a practicar mucho”. Para ingresar al
Massachusetts Institute of Technology tuvo que pasar por exámenes muy rigurosos: uno de matemáticas y otro de física, ambos en inglés; además del propio examen Toefl, para averiguar qué tan buen manejo tiene de dicho idioma. A eso se suma la presentación de ensayos sobre su vida, también en inglés.
7) La comunicación. Para lograr cualquier objetivo debe haber comunicación, sostiene. “Ya sea de profesores a alumnos o entre alumnos, siempre debe existir la comunicación. Creo que uno debe tener también lo que denominan habilidades blandas, para transmitir nuestras ideas. De nada sirve tener muchas cosas si solo están en tu cabeza y no se las dices a nadie. El conocimiento está hecho para esparcirlo, difundirlo. Sin la comunicación esto sería imposible”.
8) La familia. Su papá y mamá son “piezas claves en todo”. Está tremendamente agradecido con ellos por el apoyo que le han brindado estos años, al tiempo de sentirse afortunado. “No todas las familias se desprenden de su hijo a los 12 años. Pero ellos sabían que iba a ser de gran ayuda para el país y por eso hicieron ese sacrificio. Con ellos comparto mis objetivos y metas”.
Para no debilitar el vínculo, cada fin de semana viaja a Barranca para pasar momentos divertidos en familia. Ir al cine es uno de los pasatiempos que más disfruta junto a sus padres y hermana menor.
9) Soñar en grande. Ilusionado con el próximo inicio de sus clases en Estados Unidos, Raúl afirma sentirse motivado tras conocer que astronautas, inventores y hombres tan importantes como el ex secretario general de las Naciones Unidas Kofi Annan son algunos egresados del MIT, donde estudiará durante los próximos cuatro años.
“Me gustaría que más adelante digan que Raúl Alcántara salió de esa universidad, que logré ser alguien conocido. Me gustaría ser parte de la historia, que la gente en unas décadas recuerde mi nombre por todo lo que he aportado. Ese es mi gran sueño: hacer la diferencia, y estoy convencido de que sí puedo hacerlo y eso es lo que intentaré”.
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(FIN) KGR/RRC