Durante su trayectoria, la investigadora ha enfrentado desafíos logísticos y técnicos que son comunes en la investigación biológica en el país. Uno de ellos es la limitada disponibilidad de especímenes en colecciones nacionales y la falta de financiamiento para las ciencias básicas.
“Uno de los problemas, creo que es uno de los más frecuentes, es la ausencia de información. Especialmente en el género que estoy trabajando no hay muchas colecciones de estos animales, las colecciones son muy limitadas, hay muy pocos especímenes. Otro punto importante es que los holotipos, es decir, estos animalitos que le dan nombre a cada especie, los originales se les podría decir, no se encuentran en Perú, sino que se encuentran en colecciones extranjeras.En el American Museum de Nueva York hay una muy buena cantidad, y otra buena cantidad están en el Museo Británico, en el Museo de Londres y esto es paradójico, tenemos muchas especies, pero los especímenes originales no se encuentran en Perú, se encuentran fuera”, agregó.
También destacó la necesidad de
fortalecer los laboratorios nacionales y el acceso a metodologías modernas. “Gracias a
ProCiencia, estas necesidades o estas carencias que tenemos se van solventando poco a poco y podemos tener equipos que necesitamos, podemos equipar mejor nuestros laboratorios, pero es como un proceso muy lento, tenemos que acomodarnos como fuera posible para poder avanzar en los proyectos que tenemos. Otro problema es, al menos en mi caso, el acceso a la tecnología y a metodologías que recién se están desarrollando en otros países, pero que acá llegan con muchos años de retraso. Pero, de alguna forma, siempre vemos la forma de cómo poder saltarnos todos estos problemas y tratar de llegar a los resultados que queremos”, señaló.
Entre los hallazgos más importantes de Ruelas figura la posible identificación de nuevas especies endémicas de roedores y la creación de una librería genética que incluirá cientos de secuencias moleculares disponibles en acceso abierto para la comunidad científica.
“Durante mi doctorado encontré que este género está sobrerepresentado. Hay muchas especies que necesitan una revisión y probablemente puedan ser reconocidas como nuevas. Uno de los aportes más importantes será confirmar si estos candidatos realmente lo son, lo que incrementaría la lista de especies endémicas que tenemos en el Perú. Otro aporte es la generación de una librería de mitogenomas y una librería de genes nucleares, porque a la fecha llevamos trabajando con unos 4 o 5 genes nucleares, pero el proyecto que tengo va a poder secuenciar alrededor de 500 genes nucleares. Y eso es bastante información y se pueden utilizar estas bases de datos genéticos en otro tipo de estudios”, precisó.
Además, su proyecto generará una base de datos genética que permitirá futuros estudios de ecología, evolución y adaptación. “Esta información estará disponible en fuentes de acceso abierto, y eso es fundamental para impulsar la investigación en el país”, agregó.

Otro de los pilares de su trabajo es la formación de nuevos investigadores. Actualmente, seis estudiantes realizan sus tesis bajo su asesoría, con apoyo logístico y económico. “Estos jóvenes se están capacitando en técnicas moleculares y en procesamiento de datos. Eso para mí es grandioso, me gusta mucho trabajar con estudiantes”, expresó.
Antes de especializarse en roedores andinos, Ruelas estudió
murciélagos y realizó aportes en
taxonomía y morfología. Su primer trabajo fue con un murciélago llamado
Platalina Genovensium, que se alimenta del néctar de los cactus del desierto. Es una especie clave para la polinización y mantenimiento de los ecosistemas áridos. También ha descrito nuevas especies, entre ellas
Nephelomys ricardopalmai y Thomasomys antoniobracki, dedicadas al escritor Ricardo Palma y al investigador y científico Antonio Brack Egg, respectivamente.
Sobre el impacto del premio otorgado por L’Oréal y la UNESCO, la científica peruana considera que es
una oportunidad para visibilizar la ciencia hecha en el Perú. “Este reconocimiento no solo es personal, sino que también abre una ventana para mostrar el trabajo de otros investigadores que desentrañan los misterios de nuestra biodiversidad. Es, además, una validación del esfuerzo en investigación, formación de estudiantes y educación ambiental”, afirmó.

Este reconocimiento la motiva a continuar con sus proyectos y a fortalecer las colecciones científicas del país. “Mostrar mi trabajo también permite evidenciar la necesidad de contar con un Museo Nacional de Historia Natural, algo que países con menor diversidad ya tienen. Las colecciones son patrimonio de todos los peruanos y deben preservarse con apoyo institucional”, enfatizó.
De cara al futuro, Ruelas planea ampliar su investigación y buscar nuevos fondos. “Lo más cercano es terminar los proyectos en ejecución con los seis estudiantes involucrados. Luego, buscaremos más oportunidades y mayor exposición para el museo y para la biodiversidad peruana, que merece toda nuestra atención”, concluyó.
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