El 10 de abril de 1910, un impetuoso César Abraham Vallejo Mendoza de 18 años de edad se matriculó en la Facultad de Filosofía y Letras de la hoy Bicentenaria Universidad Nacional de Trujillo (UNT), que en ese entonces era denominada como Universidad de La Libertad. Llegó acompañado de su hermano Néstor Vallejo, quien ya estudiaba en esta casa de estudios, y cuya influencia sería crucial en la vida del nuevo alumno.
Han pasado 114 años, pero aquel documento histórico aún se guarda muy celosamente en el Archivo Central de la UNT. El paso de los años no ha podido deshacer la tinta con la que el hijo ilustre de Santiago de Chuco plasmó su firma, junto a la de su hermano Néstor, en la parte inferior del documento que luce envejecido, pero intacto.
El historiador de la UNT, Maxwell Robinson Quiroz Castillo, uno de los que más ha estudiado la evidencia del paso de Vallejo por el claustro universitario, cuenta que no es el único documento que se conserva y resguarda, sino otros que reflejan el gran alumno universitario que fue César Vallejo, incluso desde antes.
Quiroz Castillo muestra que uno de ellos es el certificado de notas emitido por el colegio nacional San Nicolás de Huamachuco, donde César Vallejo culminó el nivel secundario.
Su primer año de secundaria destaca por sus promedios de 20 en Gramática Castellana, así como en Aritmética Demostrada, Historia Griega, Historia Antigua de Oriente y Zoología. También aparece un 19 en el curso de francés, idioma que marcaría la última parte de su vida adulta. Obtuvo 16 en Caligrafía y ejercicios físicos, pero su nota más baja fue de 14 en dibujo.
Los años siguientes siguió mostrando su destacado desempeño en Gramática Castellana y francés, una premonición en lo que luego se convertiría.
Vallejo y la migración
Maxwell Quiroz remarca el año que César Vallejo se matricula en la universidad, porque 1910 marcaría una época de cambios para los ciudadanos de aquella época, por la nueva reforma universitaria, por la migración de las personas más alejadas a las grandes urbes de aquella época, y por el contexto político que se vivía.
De hecho, sugiere que César Vallejo se convierte en un personaje fundamental en el desarrollo histórico de la Universidad de Trujillo, porque su presencia, así como la de otros pensadores de la época tuvieron una repercusión en el pensamiento y entendimiento de la realidad nacional de esa época, que para esos momentos está tambaleando por las dictaduras militares.
“También por los cambios en la vida universitaria, así como el crecimiento demográfico y en los futuros movimientos migratorios. Vallejo es resultado de esa población que está viendo a las urbes como un lugar, no solamente para vivir, sino también de crecimiento profesional, de crecimiento económico, y el desarrollo mínimo del peruano, lo que significa el inicio de los que llamamos la peruanidad”, señala
Grupo Norte
El investigador remarca que 1910 debe ser tomado en cuenta en diferentes investigaciones, no solamente por historiadores, sino también por aquellos que gustan de la buena literatura, de las Artes Plásticas, de la política.
“Vallejo va a coincidir con muchos personajes como el pintor Macedonio de la Torre, el poeta y político Alcides Alejandro Spelucín Vega, un joven Víctor Raúl Haya de la Torre, fundador del Partido Aprista Peruano, y quien va a tener bastante preponderancia en los años que van a venir en la recalcitrancia vida política del Perú que está que se consolida en el siglo 20. También está en esa lista Antenor Orrego, que va a tener bastante importancia, no solamente en el pensamiento de la época, sino también en el devenir de la universidad, pues se convertiría luego en rector y quien haría el requerimiento para la construcción de la ciudad universitaria”, agrega.
Estos jóvenes y otros más conformarán luego el Grupo Norte, que darían a Trujillo una de las épocas más brillantes intelectualmente hablando.
La tesis de Vallejo
La vida universitaria de César Vallejo fue sobresaliente, seguro alimentado por una corriente del pensamiento muy trascendental para aquella época de cambios que se alimentaba cada momento en los espacios de diálogo del Grupo Norte. Las notas de Vallejo en la Universidad no bajan de 17, asegura el historiador Maxwell Quiroz.
Sin embargo, el gran aporte de César Vallejo a la UNT está plasmada en su tesis “El Romanticismo en la poesía castellana”, una pieza intelectual con la cual logra su bachiller en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de La Libertad.
“La tesis de César Vallejo va a tener una nota sobresaliente. Y tuvo un jurado presidido por uno de los pensadores y pedagogos importantes de la época como José María Checa, quien ocupó diferentes cargos y llegó a ser rector de la UNT y director del colegio nacional San Juan. También estuvieron diferentes catedráticos que van a avalar esta tesis que va a quedar como vestigio histórico, no solamente de la esta universidad, sino también para el mundo”, acotó.
Honoris Causa
El rector de la Universidad Nacional de Trujillo, Carlos Vásquez Boyer, asegura que César Vallejo es el personaje del bicentenario de esta casa de estudios, es por ello que el Consejo Universitario ha decidido otorgarle un reconocimiento póstumo al vate universal y entregarle el Doctor Honoris Causa.
Este grado académico será entregado al también considerado “Estudiante del Bicentenario” hoy a las 19:00 horas en el auditorio que lleva el nombre del vate universal, ubicado en la intersección de los jirones Independencia y Almagro.
Algunas personas vinculadas al movimiento literario actual en Trujillo han cuestionado esta decisión, y fundamentan que más que darle este grado honorífico, sería mejor implementar la cátedra César Vallejo, la impresión y lectura de su obra para que las nuevas generaciones sigan leyendo al vate universal.
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