Con una celebración eucarística y retreta de conjuntos de sikuris, las autoridades y pobladores de Puno celebraron anoche el quinto aniversario de declaratoria de la festividad de la Virgen de la Candelaria como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Esta actividad se desarrolló en el atrio del Santuario de la
Virgen de la Candelaria, con la participación de conjuntos de sikuris que hicieron gala de sus repertorios, en evocación del reconocimiento mundial de la fiesta mayor de Puno.
“Fueron dos años de arduo trabajo para la redacción del documento y el resultado fue satisfactorio para nosotros”, refiere Hipólito Paredes Chukiwanka, miembro del Comité de Salvaguardia, al evocar la memorable madrugada del 27 de noviembre del 2014, en que fue declarada la
Festividad de la Virgen de la Candelaria como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
La
Festividad de la Candelaria, es una de las manifestaciones del proceso religioso, ritual y festivo, expresada en música, canto, danza, vestuario y artesanía que permitieron el reconocimiento mundial y que requiere ser salvaguardada y no debe de ser trastocada.
“Tenemos un compromiso de mantener, de difundir y de investigar sobre esta manifestación cultural, que expresa la espiritualidad, la religiosidad católica y la religiosidad andina”, remarcó Walter Rodríguez Vázquez, decano del Colegio de Antropólogos filial Puno.
La universalización de la festividad de Candelaria, es todo un reto para la población puneña y sus autoridades de mantener su vigencia como patrimonio mundial, si bien creció en su pomposidad, lo más importante es la valoración de la tradición festiva y ritual que sustentan su intangibilidad.
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(FIN) JCB/MAO
Publicado: 28/11/2019