Cuando se piensa en un viaje a Perú, la mente se focaliza automáticamente en una sola imagen: Machu Picchu, su estandarte turístico, patrimonio de la humanidad y una de las siete maravillas del mundo moderno. Sin embargo, existen otras atracciones que hacen de Perú un destino cautivante para visitar en vacaciones o, simplemente, para una deliciosa escapada de feriado o fin de semana largo.
Así lo sostiene el prestigioso diario colombiano
El Tiempo que en el artículo titulado
Cinco razones, más allá de Machu Picchu, para ir a Perú, publicado en su plataforma digital. Las motivaciones que despiertan el interés de viajar a nuestro país, que no tienen que ver solo con la ciudadela inca son las siguientes:
Desierto costero de ensueño
Según El Tiempo, pocas cosas tan interesantes para una persona que visita Perú, procedente de Colombia, como tener una experiencia de inmersión en el desierto: las antípodas de ese exuberante verde que domina casi toda la geografía colombiana.
Por eso, la primera recomendación que formula El Tiempo es incluir una experiencia de este tipo en el viaje a Perú. “Un paseo en buggy, practicar el sandboarding, una cena romántica en medio de las dunas o incluso pasar la noche en una carpa entre arena y estrellas son algunas de las opciones que le ofrece el desierto que domina la costa de Perú”, subraya la publicación.
Lima y su arquitectura colonial y moderna
Para el prestigioso diario colombiano, el centro histórico de Lima es una visita obligada no solo por ser patrimonio de la humanidad, sino por el evidente esmero con el cual se conserva.
“Su centro es la Plaza Mayor, que preside una catedral que empezó a construirse en 1535, una empresa en la que el propio Francisco Pizarro, conquistador del Perú, participó con sus propias manos. Tampoco olvide visitar el convento de Santo Domingo (no lejos de la Plaza Mayor), donde nació la primera universidad de América: la de San Marcos”, señala el artículo.
Añade que “de la Lima moderna habría mucho que decir, empezando por su vida nocturna, pero yendo a los imperdibles, no se puede partir de Lima sin hacer una caminata por el malecón de Miraflores: un circuito lleno de parques y jardines con vista al mar Pacífico, lleno de runners y amantes del parapente. Y si las compras lo desvelan, también hay allí un centro comercial: Larcomar. No olvide darse un paseo por Barranco, el distrito más artístico y bohemio de Lima, le encantará”.
Gastronomía que conquista paladares
El Tiempo afirma que “no es un secreto para nadie que Lima es un gran destino gastronómico. No se puede ir allí y no almorzar o cenar en uno de sus restaurantes insignia porque, de hecho, si uno revisa la lista de los 50 Best, está claro que Lima es la capital gastronómica de América Latina”.
Agrega que “se podrían escribir varios tomos con las opciones disponibles, pero van dos imperdibles: el primero, Isolina, una taberna peruana ubicada en el distrito de Barranco para que alucine con la riquísima cocina popular del Perú (pregunte bien por el tamaño de las porciones, porque la mayoría son enormes platos para compartir); y el segundo, Rafael: el restaurante del chef Rafael Osterling, uno de los cocineros que más han ayudado a la enorme reputación de Lima como ciudad gastronómica. Un lugar a manteles que estimulará todos sus sentidos desde que llegue hasta que se marche, y al que querrá volver”.
Museos que albergan vasta riqueza cultural
Para el diario colombiano, “el Museo Larco es una muy buena opción para empezar a descubrir la enorme riqueza de las culturas originarias del Perú, y que se remontan varios siglos atrás del famoso imperio inca. Fundado en 1926 por Rafael Larco Hoyle, uno de los padres de la arqueología peruana, este museo tiene casi 45 000 piezas catalogadas. Y sus cerámicas, textiles, esculturas, joyas y herramientas le permitirán viajar por casi 5 000 años de historia peruana”.
“Sus piezas de oro y plata son notables, pero una de sus salas más famosas es una que está dedicada a una extensa y muy interesante colección de arte erótico prehispánico. Ubicado en una amplia casona virreinal del siglo XVIII, en el distrito de Pueblo Libre, este lugar ofrece también la posibilidad de almorzar en un agradable restaurante con vistas a un hermoso jardín. Otras dos opciones son el Museo Pedro de Osma, que tiene la colección de arte virreinal más importante del Perú, y el Museo de Arte de Lima (Mali)”, asevera.
Ruta del pisco, el destilado de bandera peruano
La quinta razón para visitar el Perú, según El Tiempo, es disfrutar de La ruta del pisco. “Hay que ir a la zona de Ica, 300 kilómetros al sur de Lima, pero vale la pena, entre otras razones, porque la carretera Panamericana está en un estado impecable y con buenos puntos de servicio donde hallará todo lo que pueda necesitar”, resalta.
Manifiesta que “la cultura del pisco peruano se remonta a mediados del siglo XVI, según varios historiadores, y es famoso un testamento que para el año de 1613 ya dejaba constancia de la elaboración de aguardiente de uva en la zona de Pisco. Su riqueza radica en la variedad de uvas y estilos que se utilizan para su elaboración. Las uvas se dividen en dos grupos: las no aromáticas (quebranta, negra criolla, mollar y uvina) y las aromáticas (Italia, moscatel, albilla y torontel). Cada una con su propia personalidad. Aparte de esto, hay tres estilos: pisco puro, elaborado con solo una variedad de uva; pisco acholado, donde hay dos o más variedades, y pisco de mosto verde, que se elabora deteniendo la fermentación antes de que todo el azúcar de la uva se haya convertido en alcohol”.
Para el diario colombiano, en la ruta del pisco es clave una visita a la destilería La Caravedo (1684), donde se fabrica el pisco Portón: un lugar muy bonito donde podrá apreciar la gran diversidad del pisco peruano, almorzar y hospedarse si se desea. “Pero ya que está en Ica, no olvide que esta es también una zona de vinos, y Viña Queirolo, que hace los vinos Intipalka, tiene un hotel espléndido con un enoturismo de primer nivel”, finaliza el connotado medio de comunicación.
(FIN) LZD/MAO
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