Aunque tiene como expresión similar el júbilo exultante y la unánime participación de la comunidad local e incluso de visitantes nacionales y extranjeros, el Carnaval cusqueño se distingue de las otras festividades carnavalescas que acontecen en diversas regiones del Perú por su originalidad marcada por tradiciones, costumbres, danzas y música genuinas que identifican a los descendientes de los incas.
Las celebraciones del Carnaval cusqueño se inician con la
Fiesta de Compadres y Comadres, mientras que el día central se celebra siempre un domingo y siete días después se realiza la
octava o remate de carnavales.
Fiesta de Compadres y Comadres
Se celebran los dos jueves que anteceden al día central de carnavales. Esta parte de la celebración de caracteriza por su singularidad al momento de elaborar los muñecos de compadres y comadres que satirizan a algún personaje del barrio, del centro laboral y en algunos casos a las mismas autoridades. Su objetivo es destacar cualidades del personaje y enviar mensajes a la sociedad, sin incurrir en el irrespeto ni en la malcriadez.
Para su elaboración se debe utilizar elementos de reciclaje como cajas de cartón, plásticos, botellas, ropas y zapatos en desuso. Luego de su elaboración, estos muñecos son colocados por lo general a la medianoche del miércoles en postes o zonas altas para su mejor apreciación.
Día central
Se realizó el domingo 11 de febrero desde muy temprano con juegos que utilizan agua y mistura o harina de colores y espuma como principales elementos que se lanzan varones y mujeres de distintas edades.
Es tradicional en Cusco ver grupos de cusqueños mezclados con visitantes nacionales y extranjeros quienes se deleitan con toda la algarabía que se expresa en esta festividad.
Octava o “Kacharpari”
Una semana después del día central se lleva a cabo la Octava, llamado también Kacharpari o “Remate de carnavales”, que se caracteriza por el desfile de comparsas, el despliegue de música y danzas que identifican a las localidades cusqueñas, juegos y la degustación de una amplia variedad de potajes típicos.
La Empresa Municipal de Festejos de Cusco (Emufec), confirmó que el gran Kacharpari 2024 se celebrará el domingo 18 de febrero con un gran “qhashwa” o pasacalle de música, danzas y alegorías coloridas por la prolongación de la avenida El Sol, la plaza Mayor y que llegará hasta la plaza San Francisco.
Serán más de 50 las delegaciones participantes y arribarán desde la provincia amazónica de La Convención, las provincias de Urubamba y Calca (Valle Sagrado de los Incas), y de las provincias altas para deleitar a los asistentes con sus bailes autóctonos, música interpretada con instrumentos típicos y cantos con mensajes jocosos de enamoramiento.
En algunas zonas de Cusco se llevan a cabo Yunzas o Cortamonte, que consiste en plantar artificialmente un árbol adornado con regalos diversos y alrededor del cual se baila en ronda. Con la ayuda de un machete se busca derribar el árbol para que los participantes se apropien de alguno de los regalos. Con la octava de carnavales se despide esta importante festividad del calendario jubilar cusqueño.
Gastronomía cusqueña
Los potajes típicos que se acostumbra a saborear durante la celebración del Carnaval cusqueño son los siguientes:
Timpu o Puchero: Potaje similar al “sancochado” que se prepara con una variedad de carnes (res, cordero, gallina, entre otras) que se hierven en una olla durante varias horas y cuando están tiernas se añade hojas enteras de col, papas, moraya, garbanzos y arroz para que también se cocinen. En una olla aparte se hierven camotes, duraznos, peras y yucas. Ambos grupos de alimentos se sirven en platos separados, al igual que el caldo o consomé, y son cubiertos con una hoja de col sancochada.
Kapchi: Es un guiso que tiene como ingredientes habas, cebollas y papas marinadas con leche y queso. También se le añade setas u hongos y una vez cocidos los ingredientes se sirven acompañado de rocoto relleno y arroz blanco sancochado.
Frutillada: Es una bebida hecha con chica de jora y frutilla o fresa que se hierven con canela y hierbaluisa. Luego de reposar y macerar ocho días se convierte en una deliciosa bebida la que se sirve con aguardiente de caña.
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