Un operativo realizado en la madrugada en diversos puntos de la capital, el Ministerio Público y la Policía Nacional logró desarticular la organización criminal “Los Hijos de Dios” dedicados a la extorsión y trata de personas, especialmente de mujeres extranjeras a quienes obligaban a ejercer la prostitución bajo amenazas de muerte.
La intervención coordinada de las autoridades permitió la requisa de cuatro inmuebles, la detención de 21 personas y el rescate de al menos 60 personas.
Una de las mayores detenciones se realizó en un inmueble de cuatro pisos ubicado en el cruce de las avenidas Canevaro y Las Mercedes en San Juan de Miraflores
El operativo, liderado por la Fiscalía de trata de personas de la Unidad de Crimen organizado y la dirección de trata de personas de la Policía Nacional, se desarrolló en 4 distritos, cinco regiones del país e incluyó la intervención de 9 celdas en diversos penales al interior del país, entre ellos Challapalca, ubicado en Tacna.
“Estamos ejecutando un operativo en Chiclayo, en Pangoas y en Lima, donde hasta la fecha ya se han detenido a 21 personas. También se está allanando nueve celdas entre Challapalca, 3 en el penal de Ancón, Chincha y Cochamarca (región Lima)”, detalló el Jorge Chávez Cotrina, Coordinador Nacional de las Fiscalías Especializadas contra la Criminalidad Organizada, en entrevista con TvPerú.
La intervención permitió el rescate de 60 víctimas de trata y explotación sexual, quienes vienen colaborando con la justicia bajo completa reserva.
La policía nacional explicó que los detenidos laboraban en el país como jefes de plaza que respondían a líderes dentro de penales. Se ha podido determinar además que la organización criminal “Los hijos de Dios” es una facción del Tren de Aragua.
En unas de las viviendas se detuvo a Roger Francisco Carrillo Meza, quien haría las veces de un jefe de plaza donde se ejercía la prostitución de mujeres traídas de otros países con la promesa de darles trabajo en restaurantes o discotecas, pero una vez en Perú eran obligadas a prostituirse bajo amenaza de muerte.
Este operativo es el resultado de un año de investigaciones y en el participaron 600 policías y 70 fiscales a nivel nacional.