El cáncer de hígado no suele manifestarse hasta que la enfermedad está en etapa avanzada, pero existen ocasiones donde pueden aparecer algunos signos y síntomas de manera temprana, advirtió el director de la Liga Contra el Cáncer, Mauricio León Rivera.
Al respecto, el especialista brinda recomendaciones para prevenir esta enfermedad:
Algunos de los principales signos y síntomas son la fatiga, debilidad muscular, disminución del apetito, náuseas, “ictericia” o tinte amarillento en la piel, pérdida de peso considerable sin razón aparente, prurito generalizado (picazón), orina oscura o hinchazón abdominal.
León Rivera, quien también es director médico del Centro Detector del Cáncer y cirujano oncólogo de la Clínica Ricardo Palma, indicó que este tipo de neoplasia maligna se caracteriza por comenzar a desarrollarse en las células hepáticas, llamadas hepatocitos, afectando el hígado.
“Existen diferentes tipos de cáncer de hígado, pero el que se presenta con mucha mayor frecuencia es el "carcinoma hepatocelular", cuya mortalidad sigue siendo muy alta en el Perú, pues generalmente se detecta en estadios muy avanzados”, explicó.
Factores de riesgo
Entre los principales factores de riesgo que pueden influir en el desarrollo de este mal están la hepatitis B y C, la cirrosis y el consumo de alcohol excesivo.
“La hepatitis B y la C se transmiten principalmente por contacto sexual o transfusiones sanguíneas, pueden volverse crónicas y derivar en cáncer debido a la inflamación sostenida y persistente del hígado”, explicó el oncólogo.
Sobre el hígado graso, condición benigna llamada “Nash” o Esteatosis Hepática no Alcohólica, se sabe el órgano se inflama y se puede desarrollar en cirrosis, y años después en cáncer, como consecuencia de una acumulación anormal de ciertas grasas en las células hepáticas.
Diagnóstico
Para el diagnóstico del cáncer hepático se utiliza la ecografía abdominal donde se identifica la tumoración hepática. La tomografía o resonancia magnética abdominal sirve para planificar el procedimiento quirúrgico respectivo, que debería ser realizado por un cirujano oncólogo especialista en el área.
León Rivera señaló que la prevención más importante de esta enfermedad es vacunarse contra la hepatitis B, detectar y tratar la hepatitis C, limitar el consumo de alcohol y mantener un estilo de vida saludable.
Además, es recomendable que los pacientes con cirrosis y/o hepatitis B se hagan un control que incluye una ecografía abdominal cada seis meses.