Productores de frutales de la región Cajamarca y la provincia liberteña de Bolívar formaron 13 comités de sanidad agraria (cosagra) para desarrollar acciones estratégicas de control y erradicación de la mosca de la fruta en los próximos tres años (2021-2023), promovidas por el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa).
Se espera formar más comités para luego proceder con la capacitación y entrenamiento a cargo de técnicos y especialistas de la institución, informó Alicia Villar López, directora ejecutiva del Senasa Cajamarca, al precisar que el proyecto beneficiará a 170,000 productores y se ejecutará en 11 provincias cajamarquinas y una de La Libertad.
Los comités constituidos hasta el momento se ubican en los valles Zaña y Chamán, Alto Jequetepeque y Condebamba, todos de alcance comunal.
“El próximo año iniciaremos el control y la erradicación de la mosca de la fruta, y esperamos mantener los cosagra en el futuro para reforzar las acciones de control que permitan tener fruta sana y de buena calidad”, expresó a la Agencia Andina.
De acuerdo con los pisos ecológicos, Cajamarca produce una diversidad de frutales como mango, chirimoya, guayaba, pacae o guaba, naranja, limón dulce, capulí, chalarina, palta, arándano, frambuesa, plátano y sauco.
Producción
El valle Jequetepeque produce mango orgánico para exportación; por lo tanto, es importante que los productores desarrollen acciones de control para el cuidado de sus cultivos, de lo contrario tendrán problemas si la fruta es atacada por la mosca y el producto no podrá salir al mercado, acotó.
La palta y el arándano cajamarquino también tienen demanda en el mercado internacional y es adquirido por diversas empresas para su exportación. “Tenemos que ir avanzando en las tareas de control para erradicar la mosca y tener fruta de calidad; por ello, es importante la formación de los comités de sanidad agraria”, subrayó.
Villar recordó que entre 2008 y 2010 se trabajó para recudir la prevalencia de la mosca en zonas como Choropampa, Asunción y San Juan, con alta incidencia en la afectación de producción de chirimoya que impedía que los productores puedan comercializar la fruta. “Con el tratamiento se redujo considerablemente el daño y se pudo vender la fruta”, acotó.
“El productor debe tomar conciencia en proteger sus campos de cultivo porque de ahí obtienen recursos para vivir. Nosotros estamos para apoyarlos y enseñarles lo que deben hacer”, indicó la directora del Senasa Cajamarca.