12:40 | Lima, oct. 23 (ANDINA).
Stuttgart, la ciudad de la industria automovilística alemana, con historia arquitectónica europea de todos los tiempos, albergará por dos años al joven arquitecto Bruno Javier Arce Medina, de 27 años, ganador de beca Reto Excelencia que Servir otorga a empleados públicos que buscan su maestría o doctorado.
Es amante de la combinación que generan el arte y la matemática, y es nieto de un marino que fue pintor, escultor y escritor. Bruno viajó el 5 de octubre pasado a dicha ciudad para lograr la maestría en Planificación en Infraestructura.
Antes de partir, pudimos conversar con él. Nos explicó que se desempeñó como arquitecto asistente en el proyecto especial Parque Ecológico Nacional Antonio Raimondi, que tiene a cargo el Ministerio del Ambiente (Minam). Dos años se dedicó a la conservación de una zona que tiene un hermoso ecosistema de lomas, en Ancón.
No fue sencillo para él ser parte del equipo. Se formó la idea de que trabajar en el Estado era poco más que una vergüenza. Durante su niñez, en la década de 1990, oyó a sus padres quejarse de los cambios que había en la política económica, de lo mal que atendían en los servicios de la seguridad social y de las denuncias de corrupción que aparecían.
“Se imagina el rechazo que sentía al ingresar en el proyecto”, cuenta. No estaba en sus sueños de grandeza ser un servidor público, pero sí tenía la certeza de que no iba a dedicarse a la arquitectura de casas ni al diseño contemporáneo sino a elucubrar proyectos urbanos.
Porque el entorno urbano y el paisaje siempre fueron sus argumentos. Su niñez en la casa del abuelo marino, en Pachacámac, fueron ciñendo sus gustos. Esos años aurorales los asocia con las parrilladas con los tíos maternos, las canciones de Silvio Rodríguez y la belleza de la naturaleza.
Entorno
Aceptó trabajar en el Minam luego de comprobar, en sus prácticas laborales, que a la mayoría de constructoras no les interesa lo que rodea a una vivienda, que prefieren trabajar dentro de sus lotes sin importarles si la calle está capacitada para recibir los carros que ingresarán en la edificación que levantaron o si existe un parque cercano para la recreación de la gente.
“Las cosas se dan por algo, me dijo mi papá cuando le comenté que una amiga me había contado que necesitaban un arquitecto para el Parque Ecológico Antonio Raimondi. No pierdes nada en acudir a la entrevista, me dijo. Y tuvo razón, no me arrepiento”.
El parque se encuentra sobre un terreno de 8,200 hectáreas ubicado en Ancón, a 4 kilómetros del mar, a la altura del kilómetro 45 de la Panamericana Norte. Es una pampa que fue propiedad de los militares y que hoy el Minam quiere reordenar porque esa zona está creciendo descabelladamente. Ese terreno está entre los 200 y 1,700 m s.n.m. “Invertir en el entorno urbano es un tema social”, sostiene.
Bruno fue aceptado por el programa Reto Excelencia, que tiene a cargo la Autoridad del Servicio Civil (Servir), y reconoce que si no hubiera tenido la experiencia de trabajar en el Estado, no se la habría ganado.
“La experiencia de campo y el contacto con los arquitectos alemanes que participan en el proyecto de Ancón me lo permitieron”. Luego de que culmine la beca, su compromiso es regresar al Perú y postular a un puesto en el Estado.
Hoja de vida
Mi etapa escolar la desarrollé en el colegio Santa Margarita. Soy bachiller en arquitectura de la Universidad Ricardo Palma.
Trabajé desde abril de 2011 hasta setiembre de 2013 en el proyecto especial Parque Ecológico Antonio Raimondi.
(FIN) SMS/RRC
Publicado: 23/10/2013