Las despedidas son tristes, algunas más duras y especiales que otras, pero muchas veces es el comienzo de algo mejor. Así lo entiende el equipo multidisciplinario neonatal y todo el personal del Hospital Nacional PNP “Luis N. Sáenz”, que hoy despidió, casi con lágrimas en los ojos, a la pequeña Luisa María, la bebé que fue rescatada luego de ser abandonada en Jesús María, a quien le salvaron la vida, bautizaron y le dieron mucho amor.
Justo a tres semanas (21 días) de haber sido encontrada, y cuando ya se había ganado el corazón de todos, la bebé fue dada de alta del Hospital PNP para ponerla a disposición del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, entidad que se encargará de ponerla a manos de buenos padres.
Con todo su historial clínico, donde están escritas las buenas atenciones que le brindaron en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) Neonatal, su respectiva tarjeta de vacunas y las mejores recomendaciones para su cuidado, con peso y talla ideal, la menor abandonó el Hospital policial, con bastante nostalgia y pena de los médicos, enfermeras y técnicos que la atendieron y la engrieron estas tres semanas.
La Dirección de Protección Especial de Lima Centro del Ministerio de la Mujer la recogió y será la encargada de buscarle un hogar en donde nuevos padres le brinden el amor y cuidados necesarios a la pequeña Luisa María.
“Nos da mucha pena que se vaya. Fue la primera vez que tenemos una niña en estas circunstancias. Le salvamos la vida, la atendimos y la cuidamos como si fuera nuestra propia hija. Ahora se va a otras manos, esperamos que le vaya bien, acá, en el Hospital, siempre encontrará la mejor atención y el cariño de todos”, señaló en su despedida la Jefa de UCI Neonatal, Comandante S PNP Ada Cabrera Lucen.
La pena no era para menos. La doctora Cabrera fue quien comandó el equipo multidisciplinario de Sanidad que le salvó la vida, la recuperó y le dio los mejores cuidados a Luisa María. Aparte, fue la madrina de bautizo junto al Subdirector de Sanidad, General Médico PNP Jorge Villacorta Ruiz, en una emotiva ceremonia realizada en la misma capilla del Hospital policial.
La bebé se convirtió en el símbolo de cariño, solidaridad y buena atención de toda la Sanidad Policial. Se va cargada de regalos, estos días llegaron bolsas y cajas llenas de leche, pañales, ropa y otros presentes, que los mismos policías y algunos ciudadanos de buen corazón donaron al enterarse de su historia. Lo más importante es que esta pequeña guerrera partió con buena salud y todos esperan que su próximo destino sea un mejor hogar.
Dato
A los seis días de ser rescatada, la bebé fue bautizada en la capilla del Hospital con el nombre de Luisa María. El primer nombre, Luisa, le pusieron en honor al Hospital PNP “Luis N. Sáenz”, a donde llegó de emergencia y le los médicos y enfermeras le salvaron la vida.