La crisis climática vuelve a golpear al sector agrario en Ayacucho. La Dirección Regional de Agricultura reportó que más de 4000 hectáreas de cultivos fueron afectadas por heladas, granizadas, lluvias intensas y deslizamientos registrados en las últimas semanas, generando pérdidas económicas superiores al millón de soles y dejando en riesgo la seguridad alimentaria de miles de familias.
Fidel Palomino Morales, titular de la Dirección de Información Agraria y Estudios Económicos, informó que todas las provincias han sido evaluadas y que el panorama es crítico. Solo en Huamanga, precisó, se registran 933 hectáreas de papa dañadas, 291 de maíz, 1 442 de quinua, además de afectaciones en cultivos de cacao, haba y arveja.

“Hemos hecho las evaluaciones en todas las provincias y tenemos el reporte correspondiente”, sostuvo.
El impacto de los
eventos naturales también se extiende a las provincias de Cangallo, Vilcas Huamán y Parinacochas, donde los cultivos tradicionales (papa, maíz, quinua y haba) presentan daños severos. “Los cultivos más importantes de la región han sido afectados y perdidos por estos fenómenos climáticos”, advirtió Palomino.
Las pérdidas económicas son significativas: S/ 820 mil solo en papa, S/ 264 mil en maíz, S/ 260 mil en quinua y S/ 150 mil en cacao. Los productores esperan la intervención del Seguro Agrícola Catastrófico a fin de determinar los montos de indemnización, aunque el proceso podría tardar debido a la magnitud del daño.
La situación se agrava ante la falta de recursos en la Dirección Regional de Agricultura. Palomino precisó que los S/ 146 mil asignados para emergencias ya fueron ejecutados y que la entidad no tiene capacidad para atender la demanda de asistencia.
“Los productores claman apoyo para atender sus cultivos y estamos insistiendo porque se necesita presupuesto inmediato”, remarcó.
Bajo este escenario, la institución presentó un plan de contingencia por S/ 8 millones para acciones de respuesta y recuperación.

La evaluación de daños continúa, especialmente en zonas como Acocro, donde una reciente granizada arrasó cultivos de quinua en etapa de cosecha, profundizando la preocupación de las comunidades campesinas que dependen de la campaña agrícola para su sustento.