Las crisis sacan lo mejor de hombres valientes como Abilio Ramos Taipe (58), criador de alpacas en las alturas de la región Ayacucho. A pesar de que la venta de fibra de lana de alpaca se cayó de bruces a causa de la merma económica generada por la pandemia del covid-19, él no se da por vencido y usará parcialmente la nueva versión del bono familiar universal (BFU) para reflotar su negocio agropecuario.
En el tambo Vista Alegre de Ccarchuaccocco, en el distrito de Paras, provincia ayacuchana de Cangallo, Abilio ya tenía claro su plan mientras cobraba el subsidio de 760 soles, con el cual el Gobierno busca apoyar económicamente a las familias vulnerables.
“El negocio de la venta de fibra de lana y la carne de alpaca bajó mucho, pero voy a empezar de nuevo. Esta pandemia no me tumba. La cosa está difícil, pero con parte del dinero del bono compraré follaje para alimentar a mis alpacas. También compraré semillas para sembrar plantas que hagan productiva mi tierrita; quiero que mis animales estén gordos”, refirió Abilio.
El criador de alpacas —que vive junto a su esposa, su hija y su nieto a más de 4,000 metros sobre el nivel del mar y a dos horas del tambo—, recibió el
BFU mediante la modalidad de pago empresa transportadora de valores, a través de un ‘carrito pagador’.
“Con el bono también compraré alimentos para la familia”, sentenció.
Emprendimientos
Así como el de Abilio muchos hogares están usando el bono no solo para gastos de alimentación y medicinas, sino también para comenzar o mantener emprendimientos que les ayudan a mejorar sus ingresos. Este subsidio por la emergencia sanitaria por el
covid-19 representa un apoyo para que los hogares vulnerables sostengan su economía y dejen atrás la pobreza.
Con el uso de los llamados ‘carritos pagadores’ y también de ‘botes pagadores’, ‘deslizadores pagadores’, ‘hidroaviones pagadores’ y hasta de ‘helicópteros pagadores’, el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) entrega el BFU a más de 498,000 hogares de zonas alejadas y de difícil acceso del ámbito rural a escala nacional.
Los pagos bajo esta modalidad se hacen en todo el país en 541 puntos, entre tambos del Programa Nacional PAIS, municipios y colegios, así como otros locales de comunidades rurales.
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