El Perú se ha convertido en una importante zona de conservación ambiental. Esta mañana la Unesco reconoció a Avireri-Vraem como la sétima Reserva de Biósfera de nuestro país. El área natural protegida tiene una extensión de más de 4 millones de hectáreas y comprende territorios de las regiones de Junin y Cusco.
Al respecto, el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) afirmó que con el
reconocimiento de Avireri-Vraem como Reserva de Biósfera se busca promover el uso sostenible y la conservación de los recursos naturales para mejorar la calidad de vida de sus más de 450,000 habitantes.
Asimismo, salvaguardar sus servicios ecosistémicos en forma integral en las provincias de Satipo y La Convención, uniendo así a 16 municipios en post del desarrollo sostenible en armonía con la conservación del ambiente. Además,
permite al Perú contar un cinturón de reservas de biósfera (desde Pasco hasta el Manu).
En nuestro país, el Sernanp, organismo adscrito al Ministerio del Ambiente (Minam), es el punto focal del Programa sobre el Hombre y la Biósfera (MAB) de la Unesco.
Avireri-Vraem es la sétima Reserva de Biósfera en el Perú, las otras seis son: Huascarán (1977), Manu (1977-2017), Noroeste Amotape-Manglares (1977-2016), Oxapampa-Asháninka-Yanesha (2010), Gran Pajatén (2016) y Bosques de Neblina - Selva Central (2020).
En total las citadas
reservas de biósfera conservan en conjunto más de 13 millones de hectáreas del territorio nacional.
Sobre Avireri-Vraem
Esta reserva de biósfera cuenta con tres áreas definidas: la zona núcleo integrada por el Parque Nacional Otishi, el Santuario Nacional Megantoni y las Reservas Comunales Machiguenga y Asháninka; la zona tampón en la que se pueden realizar actividades compatibles con la conservación de la biodiversidad; y la zona de transición en la que se desarrollan actividades productivas y urbanas.
En su interior conserva 115 especies de fauna que se encuentran bajo alguna categoría de amenaza, además de 257 especies de fauna endémica (única de esta zona) y 307 especies de flora.
Asimismo, en su ámbito se ha identificado la presencia de 305 comunidades indígenas pertenecientes a las etnias asháninka, matsiguenga, nomatsiguenga, kakinte, yine y quichuas, además de comunidades campesinas y colonos, quienes se dedican a diferentes actividades como el cultivo de café, cacao, plátano, naranja, papaya, granadilla, piña, entre otros.
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