Según el estudio Radiografía de la Informalidad en el Perú, elaborado por Ipsos para Mibanco, el 56% de emprendedores afirma que llevar libros contables resulta difícil o muy difícil.
Esta percepción se confirma con cifras de la Encuesta Nacional de Hogares del 2024, donde el 76.5% de las mypes no lleva ningún tipo de registro contable, el 19.8% solo anota ingresos o gastos de forma personal y apenas un 3.7% mantiene un sistema contable completo. Dicha realidad evidencia un desafío, pero también una oportunidad de mejora de la necesidad de incorporar la planificación financiera como herramienta clave para impulsar negocios estables en el tiempo.
El gerente de Desarrollo del Emprendedor de Mibanco, Roberto Percca, resalta que el futuro de un negocio no depende únicamente de las ventas, sino de la disciplina financiera que construya el emprendedor.
“El orden financiero es como una brújula: te muestra hacia dónde vas y te evita perderte en el camino. Los emprendedores que adoptan hábitos sanos, como el ahorro, son los que tendrán negocios perdurables mañana”, afirma.

En ese contexto, Roberto Percca comparte cinco hábitos financieros clave para asegurar el futuro de un negocio:
- Registra todo, aunque parezca mínimo: controlar ingresos y gastos, ayuda a identificar fugas de dinero y tomar decisiones más acertadas. Este hábito brinda información precisa para tomar decisiones y evita desequilibrios financieros.
- Separa las finanzas del negocio y las personales: evita mezclar cuentas para tener mayor claridad y orden en el crecimiento.
- Define un fondo de emergencia: contar con un respaldo de al menos 2 o 3 meses de gastos fijos puede marcar la diferencia en una crisis. Este colchón financiero brinda estabilidad y tiempo para reaccionar sin comprometer la continuidad del negocio.
- Planifica las inversiones, no improvises: evalúa el retorno antes de invertir en equipos, infraestructura o publicidad.
- Haz del ahorro un hábito constante: destinar un porcentaje mensual garantiza la constancia del hábito en el tiempo. Este hábito no solo fortalece la liquidez, sino que también prepara al negocio para aprovechar oportunidades futuras.
Adoptar estos hábitos no significa complicar la gestión, sino simplificarla con visión. “Cada sol bien administrado hoy es un paso hacia un negocio más sólido mañana. El éxito no se improvisa: se planifica”, concluye Percca.