Con un colorido pasacalle en la ciudad de Cerro de Pasco se realizó el concurso de llamas cargueras, a más de 4,000 metros sobre el nivel del mar, donde participaron diversas comunidades altoandinas criadoras de este camélido sudamericano que mostraron sus mejores ejemplares.
Con 25 kilos de papa en su lomo cada una, las llamas guiadas por arrieros partieron desde el parque universitario de San Juan y recorrieron diversas calles de la ciudad, cubriendo una distancia de 11 kilómetros hasta llegar al campo ferial ubicado en el distrito de Simón Bolívar.
Daniel Carhuaricra, comunero procedente de Ninacaca, quien vestía un atuendo de lana de llama y carnero, destacó la importancia de esta ancestral competencia que contribuye a fortalecer la identidad de las poblaciones dedicadas a la crianza de llamas. Orgulloso mostró sus ejemplares participantes en la comunidad campesina de Quiulacocha, que sirvió como tambo de descanso en esta carrera que desafió el frío y la altura en una de las regiones más bellas del Perú.
Por su parte, el escritor pasqueño Juan Santiago Atencio, comentó que esta actividad que se realiza cada año como parte de las actividades de la XXX Expo Rancas, que se realiza del 9 al 12 de junio, y sirve para revalorar el sistema de la economía instituida desde épocas preincas.
“La llama ha sido un medio de transporte de carga importante en la cultura andina y permite hasta la actualidad los intercambios comerciales, por ejemplo de carne seca, lana y otros derivados ganaderos por maíz, papa y otros cultivos importantes”, manifestó.
Cuando las llamas llegaban a un pueblo se les identificaba con el sonido de sus campanillas o esquelas de bronce, refirió.
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