Andina

Yachachiq: maestros del campo son los artífices del cambio en la sierra y la selva

Más de 2,000 líderes rurales transmiten saberes sobre el uso de tecnologías productivas gracias al Midis

Los yachachiq comparten sus saberes con familias rurales para mejorar su calidad de vida. Foto: ANDINA/Difusión

Los yachachiq comparten sus saberes con familias rurales para mejorar su calidad de vida. Foto: ANDINA/Difusión

18:28 | Lima, ene. 13.

En la cultura andina y los pueblos indígenas, un yachachiq es un sabio, un maestro campesino que –con sus habilidades y destrezas en el agro– es personaje clave en procesos como la siembra y la cosecha.

Ese mismo papel es el que cumplen los yachachiq en el éxito del proyecto productivo Haku Wiñay/Noa Jayatai del programa Foncodes del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis). 

Durante el 2024, en las comunidades de la sierra y la selva, 2,086 yachachiq (486 mujeres y 1600 varones) brindaron capacitación y asistencia técnica a las familias en el uso de tecnologías productivas.


Usando la metodología “de campesino a campesino” y en un lapso de 3 años, los yachachiq apoyan a las familias del campo con capacitación y asistencia técnica en el cultivo de hortalizas (en fitotoldo y a campo abierto), cultivo de tubérculos y cereales y crianza de animales menores (cuyes, gallinas, cerdos).

Asimismo, en riego tecnificado (por aspersión y goteo), producción de abonos orgánicos (compost, biol y bocashi) y en la mejora de la vivienda saludable (uso de cocinas mejoradas, consumo de agua segura, reciclaje de desechos), fortaleciendo y ampliando –de este modo– sus capacidades productivas.


Conocimientos y habilidades


Los maestros del campo tienen como tarea principal enseñar o transmitir conocimientos y saberes en español, quechua, aimara, awajún, candoshi, asháninka, kukama-kukamiria, shipibo-conibo y otras lenguas nativas.

Estos saberes giran en torno al uso de tecnologías productivas para que las personas que habitan en las comunidades rurales aprendan de manera práctica y sencilla a mejorar su seguridad alimentaria, su economía y su nivel de vida.


Los yachachiq trabajan junto a los hogares identificando oportunidades de emprendimientos asociativos. Incentivan la formación de grupos de interés y, junto a los facilitadores financieros, ayudan a la elaboración de perfiles de negocios. 

Las familias organizadas participan en los concursos de emprendimiento y los ganadores obtienen activos productivos y financiamiento para la contratación de asistencia técnica especializada, según rubro: asistencia productiva, asistencia económica y comercial y de reforzamiento de capacidades.

La labor de los yachachiq responde a los enfoques de desarrollo territorial rural y de interculturalidad de Foncodes. Se adaptan a las características culturales y ambientales de las familias, introduciendo cambios positivos que mejoran la productividad y el volumen de producción agropecuaria.



Emprendimientos rurales


La rutina de estos líderes rurales empieza muy temprano. Se desplazan a distintas comunidades de su ámbito de acción caminando, a caballo o en moto. 

La población los identifica porque visten chalecos y gorros con los colores distintivos de Foncodes del Midis. Cada yachachiq –hombre o mujer– trabaja en promedio con 40 familias durante el primer y segundo años de ejecución, y con 100 familias durante el tercer y último años de intervención.

Desde el 2012 hasta el 2024, el Midis ha asistido técnicamente a 433,085 familias usuarias de Haku Wiñay/Noa Jayatai en la sierra y selva del Perú, gracias al trabajo de 21,111 yachachiq.

Además, “se han creado e implementado 19,492 emprendimientos rurales inclusivos, lo cual contribuye al incremento y diversificación de los ingresos monetarios familiares”, detalló el Midis, en una nota de prensa.



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(FIN) NDP/CCH

Publicado: 13/1/2025