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Vraem: mayoría de sus distritos no depende de la economía de la coca

Destaca presidenta de Devida, Carmen Masías

ANDINA/archivo

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21:00 | Lima, jun. 7.

La mayoría de distritos del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vream) no depende de la economía generada por el cultivo de la hoja de coca, destacó hoy la presidenta ejecutiva de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), Carmen Masías.

Detalló que, si bien el 74 % de la cocaína producida en el Perú proviene del Vraem, solo 19 de los 69 distritos de esta zona del país tienen plantaciones cocaleras, y de estos solo nueve tienen como principal fuente de ingreso el cultivo y venta de la hoja de coca.

“El Vraem tiene 69 distritos, de los cuales 19 tienen coca y solo nueve dependen de la economía de la coca (…). En el Vraem no se ha erradicado nunca”, explicó la funcionaria, al indicar que en esa zona del país, pese a la pobreza existente, se construyen laboratorios de drogas cocaínicas.

Masías Claux señaló, en ese sentido, que la eventual decisión de ingresar a la zona del Vraem para iniciar el camino de la erradicación de cultivos ilícitos y la promoción del desarrollo alternativo corresponde al Ministerio del Interior, mediante la Policía Nacional del Perú (PNP).

“Satipo, que constituye el 60 % del territorio del Vraem, está exportando café, cacao, cítricos, es decir, la mayoría de la población no está en coca”, resaltó en RPP.

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La titular de Devida refirió, además, que la cocaína confiscada en el Perú iba a ser destinada a diversas naciones de Europa y a Brasil (principal consumidor de América Latina).

“El Ministerio del Interior tiene una policía de élite para entrar (al Vraem), haciendo labor de inteligencia para lograr pacificación y desarrollo”, remarcó.

Para Masías es necesario replicar en esta zona del país el modelo de desarrollo del Monzón, lugar que por décadas no tuvo presencia del Estado y que hoy es un modelo de desarrollo.

Recordó que, tras la captura de Artemio y otros cabecillas terroristas, el Estado pudo ingresar al Monzón con sus diversos servicios y programas sociales, además de aplicarse un atrevido plan de desarrollo alternativo, con productos como el café y el cacao.

“En el Monzón, el 60 % de la gente no tenía DNI, porque había estado aislado unos 30 o 35 años, no había entrado el Estado. Lo primero que hicimos fue llevar las caravanas que incluyen educación, salud, Reniec (…). Monzón es un vivo ejemplo”, manifestó.

Agregó, en tal sentido, que la lección del Monzón es que se puede tener una erradicación racional de la hoja de coca, pero de la mano con el desarrollo, de lo contrario, advirtió, el riesgo de la resiembra de este cultivo estará siempre latente y sería como “echar agua al mar”.

Devida, según dijo, mantiene como meta la reducción del espacio cocalero en 25,000 hectáreas por año, en coordinación con el Ministerio del Interior y el Proyecto Especial de Control y Reducción de Cultivos Ilegales en el Alto Huallaga (Corah).

(FIN) MVF/CVC
JRA

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Publicado: 7/6/2017