En el III Informe Bienal sobre la Realidad Universitaria de Sunedu se revela que las universidades peruanas licenciadas -tanto públicas como privadas- producen cuatro veces más publicaciones científicas, en comparación con la situación previa al licenciamiento institucional, y se concentraron principalmente en investigaciones sobre ciencias sociales, ciencias médicas y salud en el período 2019-2020, con el contexto de la pandemia del covid-19.
Este estudio, en su capítulo 4, analiza el desempeño de los docentes investigadores en cuanto a producción científica, así como registro de patentes.
Para el año 2021, 4018 docentes universitarios formaban parte de Sinacyt; entre los cuales el 42% tenía como principal ámbito de investigación las disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemática), el 21% las Ciencias de la salud, y el 8% las Humanidades.
Según región, la región amazónica destacó por su proporción de docentes investigadores dedicados a las Ciencias agrícolas; y la región andina, por aquella dedicada a la Ingeniería y tecnología.
Incremento de producción científica
En el período 2013- 2014, se publicaron 1,542 documentos, y en período 2019-2020 se registraron 5,432 publicaciones en revistas internacionales indizadas por Web of Science.
"Este importante crecimiento de los
aportes científicos y académicos en el país ha sido producto del aumento sustancial de la productividad del conjunto de planas docentes de instituciones con licencia otorgada", revela Sunedu.
Además, la proporción de artículos –formato para la presentación de hallazgos definitivos de investigación– se incrementó en siete puntos porcentuales entre 2016-2017 y 2019-2020. En el último bienio, el 67% del total de publicaciones son de formato artículos.
Por otro lado, los niveles de productividad por docente y de excelencia internacional en las entidades con licencia denegada fue prácticamente nulo en el 2021, advierte Sunedu.
A nivel nacional, el área de conocimiento con mayor porcentaje de docentes registrados fue Ciencias sociales, con un valor de 22,4%. La siguieron, con 21,2% en ambos casos, las áreas de Ciencias naturales y Ciencias de la salud.
Las universidades públicas priorizaron estudios sobre el área de Ciencias naturales (48,7%), el mayor porcentaje en comparación con los otros tipos de gestión universitaria. Con el 21,8% le sigue el área de Ciencias de la salud; y después el área de Ingeniería y tecnología, con el 11,5%.
Por otra parte, el 36,7% de las publicaciones de las
universidades privadas asociativas correspondió al área de Ciencias de la salud y el 28,5%, a Ciencias naturales.
Finalmente, el 49,0% de las publicaciones de universidades privadas societarias se centraron en estudios sobre Ciencias de la salud, el mayor porcentaje en comparación con los dos casos previos. En estas casas de estudio, el 24,4% fue resultado de investigaciones en el área de Ciencias naturales y el 11,0% de Ingeniería y tecnología.
En tanto, a nivel regional, la mayor cantidad de publicaciones se concentró en universidades con sede en Lima, con 4331 publicaciones, que representaron el 79,7% del total nacional.
En cuanto al impacto científico, en el país, este indicador ascendió a 2.5 citas por publicación. De acuerdo con el tipo de gestión, se puede constatar que las publicaciones de instituciones públicas han recibido una mayor cantidad de citas, en promedio, en comparación con las publicaciones de las casas de estudio privadas.
En efecto, la cantidad de citas por documento de las instituciones públicas fue de 2,9; mientras que las publicaciones de instituciones privadas asociativas y societarias recibieron 2,5 y 1,7 citas en promedio, respectivamente.
Registro de patentes en crecimiento
La innovación también tiene un terreno más fortalecido. Si se comparan los períodos 2008-2013 y 2014-2020, se advierte que el registro de patentes nuevas de universidades peruanas pasó de 9 a 274.
Del mismo modo, se observa que, en el primer período considerado, todas las solicitudes de registro de patentes provinieron de las universidades limeñas; mientras que, en el último quinquenio, cerca del 20% provinieron del resto de regiones del país, particularmente entre universidades con sede en las regiones costeña y andina.
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