El fútbol turco vuelve a quedar bajo la lupa judicial. Este viernes, la Fiscalía de Turquía confirmó una nueva serie de detenciones en el marco de una investigación por presunta manipulación de partidos vinculada a apuestas deportivas, un proceso que ya acumula varias fases y decenas de implicados.
Según informó el Ministerio Público, 26 de las 29 personas con orden de detención ya fueron arrestadas en operativos ejecutados de manera simultánea en 11 provincias del país. Entre los investigados figuran 14 futbolistas y el exvicepresidente del Galatasaray, Erden Timur. Uno de los sospechosos ya se encontraba en prisión por otro delito, mientras que las autoridades continúan la búsqueda de los restantes.
La Fiscalía explicó que, tras analizar documentación incautada y material digital obtenido en intervenciones previas, se logró identificar a siete personas que habrían realizado apuestas con el objetivo de "influir en el resultado" de determinados encuentros. Las autoridades no revelaron las identidades de los futbolistas ni los clubes a los que pertenecen, aunque medios locales señalan que ninguno milita actualmente en la primera división.
Apuestas irregulares y sanciones en cadena
El comunicado oficial detalla además que se están revisando las cuentas bancarias de los investigados. De acuerdo con la investigación, algunos jugadores habrían apostado incluso en partidos de sus propios equipos, incluyendo resultados favorables al rival.
Este proceso judicial no es nuevo. El pasado 9 de diciembre, durante la segunda etapa de la operación, otras 20 personas fueron detenidas y enviadas a prisión preventiva. Entre ellas, medios turcos mencionaron a futbolistas del Fenerbahçe y Galatasaray, así como al expresidente del Adanaspor, Murat Sancak.
La primera fase del caso se desarrolló el mes anterior, cuando se ordenaron allanamientos y detenciones contra 21 personas, en su mayoría árbitros. Ocho de ellos permanecen en prisión preventiva, incluido el presidente del club Eyüpspor, equipo que compite en la Superliga turca.
Como consecuencia del escándalo, la Federación Turca de Fútbol aplicó duras medidas disciplinarias. En total, 149 árbitros fueron suspendidos por periodos que van de ocho a doce meses. Además, 1.024 futbolistas fueron remitidos al comité disciplinario con medidas cautelares, de los cuales 102 recibieron sanciones que oscilan entre 45 días y un año.