La ansiedad es una emoción normal que, en algunas ocasiones, nos ayuda a solucionar un problema, pero cuando se presenta de forma repetitiva, prolongada, con episodios de miedo y pánico difíciles de controlar y que interfieren en la vida diaria, es momento de acudir a un especialista en salud mental.
En el programa Salud y Bienestar de Andina canal online, la psiquiatra Beatrice Macciotta, presidenta del Comité de Salud Mental de EsSalud, dijo que la gran mayoría de personas manifiesta sentirse ansiosa, por ejemplo, frente a un examen de la universidad o una entrevista de trabajo, pero que esta emoción suele pasar rápidamente.
En cambio, manifestó, si la ansiedad empieza a provocar malestares físicos y psicológicos que afectan la rutina normal del individuo ya estaríamos hablando de una patología que requiere asistencia médica especializada porque podría ser un trastorno de ansiedad.
Según información del Instituto Nacional de Salud Mental (INSM), los trastornos de ansiedad y depresión
se han incrementado dos a tres veces más durante la pandemia. De igual forma, el 52.2 % de la población de Lima Metropolitana sufre de estrés de moderado a severo a raíz de los problemas de salud, económicos o familiares ocasionado por la covid-19.
La pérdida de un familiar, el confinamiento y la falta de interacción social a causa de la pandemia han afectado emocionalmente a toda la población, lo cual se refleja en el aumento de atenciones médicas por ansiedad y depresión en los centros hospitalarios, dijo Macciotta.
El trastorno de ansiedad no tiene género, edad ni condición social, ya que puede presentarse indistintamente en cualquier momento de la vida, ocasionando alteraciones en el comportamiento de las personas.
Síntomas
Al consultársele sobre los principales síntomas físicos que puede presentar una persona con trastorno de ansiedad, la doctora mencionó la falta de aire, dolor en el pecho, tensión muscular, sensación de ahogo, calambres, contracciones musculares, náuseas, mareos, vértigos y malestar estomacal.
En cuanto a los malestares psicológicos, comentó que la persona puede mostrar incertidumbre, tristeza, irritabilidad, temor a morir o a volverse loco, o creer que está sufriendo un ataque al corazón. Estas manifestaciones pueden ocurrir a cualquier hora del día y muchas veces sin motivo aparente.
“El trastorno de ansiedad produce cambios físicos en nuestro cuerpo. Hace que aumente nuestra frecuencia cardiaca, respiratoria, tono muscular e incluso se puede elevar la presión arterial o niveles de azúcar, lo cual puede llevar a la descompensación en pacientes hipertensos o diabéticos”, agregó.
Cómo enfrentarlo
Si los episodios de ansiedad ocurren de forma reiterada, es necesario recibir orientación del especialista en salud mental para determinar cuál es el mejor tratamiento a seguir. Una vez que el paciente reconozca y acepte su diagnóstico, le será más fácil enfrentar y manejar todos los malestares que acarrea este trastorno, señaló la experta.
Asimismo, el paciente debe mantener su mente ocupada para evitar pensamientos negativos, debe escapar de la sobreinformación de noticias desagradables o funestas de la televisión y debe expresar sus emociones o sentimientos con las personas de su entorno, detalló la experta.
La familia, agregó, juega un rol muy importante en el cuidado porque muchas veces los pacientes con trastorno de ansiedad solo necesitan la comprensión y el cariño de sus seres queridos y no escuchar frases como “pon de tu parte", "tu solo puedes", "no exageres que no es para tanto”.
Lo fundamental en las enfermedades mentales es la prevención y la psicoeducación, es decir, educar primero al paciente en el manejo de las crisis de pánico. Por su parte, la familia debería ser más asertiva en la comunicación con la persona que padece de este trastorno.
De acuerdo con Macciotta, los trastornos de ansiedad son los casos más frecuentes que se presentan en consultorios y los más benignos porque se pueden tratar con psicoterapia; en algunos casos requerirán de medicamentos que no producen adicción, con lo cual el paciente podrá llevar una vida normal.
Las técnicas de relajación y respiración también ayudan mucho pero deben realizarse de manera constante para lograr los resultados esperados, sostuvo.
Salir a caminar, descansar física y mentalmente, adoptar actitudes positivas en la vida, realizar actividades deportivas, organizar una rutina de trabajo, establecer horarios para el desayuno, almuerzo y cena y reducir los alimentos que aumentan la ansiedad como la cafeína o gaseosas permitirán disminuir los niveles de ansiedad y llevar una vida saludable a los pacientes, puntualizó la psiquiatra.