Cientos de transportistas, propietarios de motos y mototaxistas llegaron hasta los exteriores del Congreso de la República, en la avenida Abancay, para reclamar a las autoridades medidas efectivas contra la ola criminal, principalmente extorsiones, que amenaza sus actividades diarias.
Portando una serie de carteles con la frase "Basta de sicariato y de muerte", así como fotografías de los conductores que han perdido la vida a manos de la delincuencia, los transportistas marcharon desde distintos puntos de Lima y Callao y se fueron acoplando en el trayecto.
Uno de las movilizaciones más notorias fue la que partió del óvalo del distrito de Puente Piedra, cerca del mercado Tres Regiones, desde donde los manifestantes recorrieron a pie y en sus propios buses de trabajo toda la Panamericana Norte, en sentido hacia Lima, flanqueados por efectivos de la Policía Nacional y tomando algunos carriles de la vía.
En ese numeroso grupo estuvo la esposa del chofer Loymer Noé Benigno Poma, trabajador de la empresa Etuchisa "El Chino", asesinado hace algunos días por sicarios a la altura del paradero Villa Sol, en el distrito de Los Olivos. "El era un padre responsable, trabajador, tiene dos hijos y era el sustento del hogar", dijo la señora en canal N.
Una de las manifestantes reveló que participa en la marcha cansada de tanta extorsión que está afectando a una empresa de mototaxis en Puente Piedra. "Pagamos 10 soles diarios, les toman fotos a nuestros hijos, nos tienen amenazados y estamos cansados de esto".
En la marcha también se acoplaron, en menor proporción, vecinos que coinciden con los reclamos de los transportistas. En algunos casos, se observó que algunas personas entregaban botellas de agua y alimentos a los transportistas que estaban marchando a lo largo de la vía, bajo el intenso calor.
A lo largo de la Panamericana Norte, en sentido norte-sur, no se observó ningún bus de transporte público en circulación, solo trailers que iban por el carril de la izquierda.
Personal de la Defensoría del Pueblo y del Ministerio Público ha acompañado la movilización de manera preventiva. En distintos puntos de la ciudad, se reportaron incidentes donde manifestantes obligaron a colectivos en circulación a detenerse y bajar a los pasajeros.
Cabe indicar que la
Coordinadora de Transporte de Lima y Callao, que agrupa a unas 7.000 unidades, no participó en la marcha, aunque sí acató el paro. Su dirigente, Héctor Vargas, rechazó “cualquier acto de personas de nuestro sector o de cualquier otro que esté tratando de impedir que los demás puedan desplazarse normalmente”.
Días marcados por la violencia contra transportistas
Durante las últimas semanas, se han registrado al menos cinco asesinatos de conductores de transporte público y mototaxis en distritos como San Juan de Lurigancho, Los Olivos, Villa El Salvador y El Agustino. La mayoría de estos crímenes han sido atribuidos a bandas dedicadas a la extorsión, que exigen pagos diarios bajo amenazas de muerte.

Según reportes de la Policía Nacional del Perú, estas organizaciones criminales solicitan montos que van desde los 5 hasta los 20 soles por unidad, a cambio de “protección”. El incumplimiento de estos pagos ha derivado en ataques armados, incendios de vehículos y amenazas a las familias de los conductores.
La situación ha generado alarma entre los gremios de transporte, que reclaman mayor presencia policial, investigaciones eficaces y la creación de una estrategia integral de seguridad. “Estamos hartos de que nos maten por trabajar”, expresó uno de los manifestantes frente al Congreso.
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