Entre enero y junio de este año, la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil) atendió 56,837 denuncias laborales, según su Boletín Semestral 2025-1, y la mayoría de estos reportes fueron canalizados a través de las plataformas digitales.
En el referido periodo concentraron 267,973 denuncias virtuales. Este incremento en la actividad digital impulsó también el número de órdenes de inspección, que pasaron de 4,367 en enero a 5,324 en junio.
“El crecimiento de canales digitales está transformando la manera en que se fiscaliza el cumplimiento laboral. Actualmente, muchas inspecciones se originan directamente en denuncias virtuales, lo que permite a Sunafil actuar con mayor rapidez y cobertura en todo el país”, explicó Jaime Cuzquén, Associate Partner del Área Laboral de EY Perú.
El informe también revela que algunos de los temas más recurrentes en materia de fiscalización corresponden a remuneraciones (13,092 casos), jornada de trabajo y descansos (12,288), y compensación por tiempo de servicios (9,049), seguidos de planilla, bonificaciones no remunerativas y seguridad social.
Para atender este volumen de casos, Sunafil cuenta actualmente con 852 inspectores a nivel nacional, lo que representa un crecimiento anual cercano al 10%.
El fortalecimiento de la supervisión por parte de la entidad también se refleja en materia de seguridad y salud en el trabajo (SST). Durante el primer semestre se realizaron 950 inspecciones por accidentes laborales; 135 vinculadas a accidentes mortales.
Asimismo, como parte de su marco sancionador, Sunafil puede aplicar medidas que pueden llegar a multas de hasta los 281,035 soles, dependiendo de la gravedad de la infracción y el número de trabajadores afectados, y hasta el cierre temporal de áreas o unidades económicas y la paralización de actividades.
Todo lo anterior puede impactar en procesos judiciales e incluso responsabilidad penal para los representantes.
“El aumento de denuncias, la digitalización de los procesos y el énfasis en seguridad y salud en el trabajo muestran que la fiscalización laboral está evolucionando hacia un modelo más riguroso y con mayor alcance”, señala Cuzquén.
“Para las organizaciones, esto implica revisar con mayor cuidado sus políticas internas, anticiparse a posibles contingencias y asegurar que su gestión laboral esté alineada con las normativas legales y con la estrategia del negocio”, puntualiza.
Más en Andina:
(FIN) NDP / MDV
Publicado: 29/9/2025