Si usted presenta intensos dolores musculares en el cuello, la espalda, las rodillas, los codos, que no le permiten dormir durante la noche, probablemente sufra de una enfermedad llamada fibromialgia y que podría dejarlo inmovilizado.
El mal se caracteriza por afectar a personas adultas de entre 20 y 50 años, es decir en edad económicamente activa, sobre todo mujeres, y se presenta con dolores osteomusculares generalizados o "puntos dolorosos gatillos".
Existen 18 puntos gatillos en el cuerpo humano, pero la persona puede confirmar que padece este mal al presionar levemente en 11 de ellos y corroborar el intenso malestar.
"Los puntos dolorosos gatillos están, principalmente, en el cuello, la nuca, el tórax, la espalda, los codos, en la zona inversa de las rodillas y las caderas; provocan limitaciones para caminar y muchas veces inmovilizan al afectado", señaló el doctor José Chávez Corrales, jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins de EsSalud.
Si usted aún tiene dudas y no está seguro de sufrir
fibromialgia,
debe saber que no existe un único diagnóstico que le ayude a descartar la enfermedad. Por ello, es necesario realizarse múltiples pruebas, desde análisis generales, hasta aquellos que descartan otros padecimientos, como lupus sistémico, polimialgia, miositis, polimiositis, enfermedades de la tiroides y síndrome de agotamiento crónico, que se relacionan con la fibromialgia.
El galeno recomendó por esas razones acudir al reumatólogo o al médico clínico experimentado, a fin de someterse a los chequeos respectivos y lograr el diagnóstico.
Agregó que los afectados por la fibromialgia son, generalmente, personas que no tienen otros problemas de salud, profesionales, ejecutivos y trabajadores.
"Sin embargo, hay quienes tienen fibromialgia asociada con otra enfermedad reumática. Hay pocos pacientes que son niños, pero hay mayor incidencia en mujeres adultas", explicó.
¿Y cómo se puede tratar la enfermedad?
El tratamiento para aliviar los síntomas es múltiple: analgésicos, antidepresivos cíclicos que permitan el descanso ininterrumpido, relajantes musculares, medicamentos neurorreguladores, ejercicio relajante, incluso remedios naturales. Estos medicamentos deben ser controlados por el médico.
Además, el reumatólogo asegura que hay tres principios importantes a considerar en el tratamiento, en el que deben involucrarse los familiares, amistades e incluso los jefes laborales de las personas afectadas.
"Es indispensable contar con el apoyo de su familia, pero primero los parientes deben saber en qué consiste este mal, aceptarlo y reconocerlo. El segundo aspecto es el trabajo; es importante que los jefes sepan y comprendan este problema de salud, pues muchas veces las personas afectadas terminan despedidas de sus empleos porque aquellos desconocen sobre el tema. Y el tercer punto es que el paciente siempre debe liberar sus tensiones mediante la lectura, la natación, ejercicios diversos y la mejora de sus relaciones sociales", precisó.
(FIN) MPM/ART
GRM
Publicado: 26/5/2016